¿No quieres preguntar para no pareidiota?cer
Por Jesús Enrique Rosas
Recuerdo cuando el mundo de la ciencia amaneció acontecido con la noticia de que un experimento en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) había logrado ubicar al bosón de Higgs, el cual tengo entendido es una elusiva partícula fundamental cuyo apodo “La partícula de Dios” le daríaescalofríos a más de un cristiano. Aunque me considero un fanático light de la física cuántica (o por lo menos, lo que llego a entender cuando me lo explican bien), tuve que visitar Wikipedia para ubicarme mejor en la razón tan importante de tal hallazgo (Y que el sistema solar no voló en pedazos durante el proceso).
Los escasos 60 segundos que estuve investigando acerca del bosón en cuestión nosirvieron de mucho para disipar mis dudas sobre la celebración de millones de científicos a nivel mundial. Más bien me hizo sentir como Penny, de The Big Bang Theory.
“¿Realmente estás preguntándome eso, o sólo estás ´trolléandome´?”.
Esto me recordó lo difícil que puede ser en ocasiones hacer una simple pregunta; ya sea por timidez, por no importunar a los demás o no parecer 110% idiotas,estoy seguro que todos en algún momento hemos dudado al tratar de disipar dudas sobre un tema o cuestión… ¡Cuando en realidad las preguntas son la demostración de que nos interesa un tema y queremos saber más…! quien no está interesado en algo, nunca hará ninguna pregunta. Así de sencillo.
Pero, ¿Realmente cualquier escenario es propicio para preguntar? me permito imaginar tres escenarios amanera de ejemplo:
1 - El “No tengo ni la más mínima idea”. Clásico en las clases de Química Orgánica, Filosofía del pensamiento o Macroeconomía: Estamos seguros de que los labios de nuestro profesor se mueven, pero los sonidos que salen de su boca se estrellan estrepitosamente contra un campo de fuerza alrededor de nuestra cabeza. Desesperados por asimilar frases enteras, a duras penas logramosasirnos a unas cuantas preposiciones y artículos burlonamente inconexos; Miramos a nuestro alrededor, y vemos compañeros asintiendo con la cabeza, tomando apuntes que parecen inteligibles y en el peor de los casos, interviniendo para complementar la idea del profe.
Por un momento rogamos que esto sea una pesadilla y que despertemos a la más mínima sacudida de nuestro subconsciente, pero larealidad es que debimos ponernos esa camisa naranja que hubiese añadido +40 puntos de IQ a nuestro descafeinado intelecto. Tales elucubraciones son rasgadas por el fatal corolario:
“¿Entendieron…? ¿Alguna pregunta?”
A través de las gotas de sudor frío que empañan nuestra vista, constatamos que absolutamente nadie requiere mayor explicación de las teorías salpicadas por toda la pizarra. Nosdevuelve al tiempo presente la rotura de la punta de nuestro lápiz, que no se ha movido de su sitio en el cuaderno luego de poner la fecha.
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En ese momento, alzar la mano y reconocer que no entendimos nada sería asegurarnos un harakiri social. ¡Éste es uno de esos momentos en los que NO debemos preguntar…! pues lare-explicación “en vivo” en un momento de tal ansiedad es improbable que deje marcas en nuestra terca materia gris. Lo mejor es hablar con el profesor aparte, reconocer nuestra total ignorancia e incomprensión del tema, y solicitarle sugerencias para investigar por nuestra cuenta.
Lo que nos lleva a…
2 - El “Voy a preguntar sólo para demostrarle a todos lo que sé”. Puede parecer absurdo, pero enocasiones nos toca estar en el otro extremo del espectro, en la cúspide de la pirámide alimenticia: vemos a todos nuestros compañeros en plena clase con cara de WTF mientras nosotros interpretamos cada fórmula y teorema como quien entiende el código de Matrix.
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Súbitamente conscientes de nuestra cómoda ventaja, de seguro...
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