No Recuerdo
Por Homero Aridjis
Querría saber declarar... la diferencia que hay de unión a arrobamiento, u elevamiento, u vuelo que llaman de espíritu, u arrebatamiento, que todo es uno.
Teresade Ávila, Libro de la Vida
Yo, Teresa de Cepeda y Ahumada,
la monja de los arrobamientos,
pasaba de los cuarenta años cuando
en el aire muerto de los cuartos cerrados
tuve mi primer éxtasis,y las manos del Dios vivo
me alzaron sobre mí misma.
Yo, Teresa de Jesús, sentía las manos
del Dios invisible levantándome en vilo
delante de las monjas de mi congregación,
y sin saber quéhacer quería agarrarme
del piso en ese trance místico
que me hacía ver el abismo de mí misma.
En esos arrobamientos mi cuerpo perdía su calor natural,
y se iba enfriando, el suelo bajo el cuerpose retiraba,
y en medio del silencio de los sentidos la nube
de la gran Majestad descendía a tierra,
subía la nube al cielo, y elevándose
me llevaba consigo en su vuelo.
Yo me preguntaba en eseaire vivo,
“¿Dónde se encuentra Dios?”
Al ver que me llevaba no sé dónde,
yo, dejándome arrebatar, lo arriesgaba todo,
y entregada a la contemplación de lo Desconocido, suspendida en el
aire,tenía visión del reino.
En vano resistía esos elevamientos y ocultaba mi espanto. Cuando
[me
acometían esos raptos no había posibilidad
de oponerse a ellos, se presentaban con un ímpetu
tanfuerte y acelerado que veía y sentía alzarse esta nube,
como si un águila me cogiera entre sus alas. Temiendo
ser engañada, me oponía al levantamiento en público.
En mi pasión visionaria veía a Dios yla Virgen en todo
su esplendor, y a un ángel hacia mi lado izquierdo
en forma corporal, no grande, sino pequeño, hermoso mucho, con el
rostro tan encendido que parecía de los ángeles solares. Leveía en
las manos un largo dardo
de oro, y al fin del hierro un poco de fuego metiéndoseme
por el corazón, que me llegaba a las entrañas.
Quedaba después de la pelea cansada, pues la fuerza...
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