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Páginas: 13 (3149 palabras)
Publicado: 13 de julio de 2012
LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y LA PROPIEDAD INTELECTUAL
La ley 100 de 1993 creó el formulario de medicamentos esenciales, el cual se nutre exclusivamente de medicamentos genéricos, pues son mas económicos, con lo cual se garantiza su acceso a mayor masa de población atendida por el Sistema General de Seguridad Social en Salud, criterio que es correcto. Esta medida dió lugar al rápido crecimientode la industria farmacéutica nacional de medicamentos genéricos, pero los mecanismos de control para garantizar la calidad de los mismos han sido insuficientes. Por otro lado, este renglón se constituyó en un eficiente y lucrativo negocio para que algunos inescrupulosos lavasen dólares, lo cual permitía el establecimiento de bajísimos precios para competir en el mercado de aprovisionamiento demedicamentos al sistema. Para desgracia de los enfermos, de la medicina y de la credibilidad del acto médico y la confianza que él debe generar en los pacientes, el Sistema General de Seguridad Social en Salud tomó como criterio el precio de compra sin tener en cuenta la calidad ni la seguridad de estos medicamentos, llegando al colmo de que muchas entidades convocan a los proveedores demedicamentos a las llamadas “bajastas”, pues allí el criterio es que el negocio se lo lleva el que mas baja el precio, no el que mas lo suba, como ocurre en una “subasta”. Tal práctica se constituyó en factor adicional de deterioro de la calidad del sistema, pues los fracasos terapéuticos por consumo de drogas de mala calidad prolongan o empeoran la enfermedad y hasta precipitan la muerte de muchos enfermos.
Colombia fué tradicionalmente consumidora de medicamentos de marca, producidos aquí o en el extranjero por compañías transnacionales y expendidos a los enfermos a precios exorbitantes. Estas compañías farmacéuticas han tenido como objetivo fundamental la obtención de fabulosas utilidades basándose en el dominio monopólico y excluyente del conocimiento farmacológico y tecnológico para laproducción de medicamentos (patentes de propiedad intelectual) y del soborno y corrupción desde instancias gubernamentales hasta médicos carentes de principios éticos y con ánimo de enriquecimiento rápido. Todo ello en detrimento de las necesidades e intereses de la sociedad colombiana.
Con el advenimiento de los precios bajos de los productos nacionales se generó una verdadera guerra por eldominio del mercado y, con ella, acusaciones de parte y parte respecto a calidad y precios, buscando cada una ganar adeptos que tomasen partido por una u otra.
Esta es una falsa disyuntiva. Realmente es una trampa en la que no debemos caer. No debemos tomar partido a ultranza por la defensa de la industria nacional por el simple hecho de que sea industria nacional. Los criterios a defender son:calidad, seguridad y accesibilidad de los medicamentos para todos los habitantes del territorio nacional. Esto sólo será posible mediante el establecimiento de un verdadero y poderoso Sistema de Farmacovigilancia y de regulación de precios, con capacidad sancionatoria y condenatoria, tema que el gobierno se ha negado a implantar. Las ganancias de los medicamentos producidos por ambos grupos oscilanentre el 200% y el 7000%.
En cuanto a la propiedad intelectual, la política de patentes en Colombia otorga a las compañías farmacéuticas transnacionales el monopolio de elaboración y venta de sus productos durante un tiempo de veinte años y cinco años mas para los llamados segundos usos de la misma droga, de acuerdo a los tratados firmados en la Organización Mundial del Comercio.
Lapretensión actual de las transnacionales es ampliar el tiempo de exclusividad a 30 y 10 años respectivamente, lo cual tendría un costo social de US $760’000.000 anuales y el TLC es el camino para lograrlo, como también lo es para la apropiación de la infraestructura hospitalaria pública nacional, del conocimiento vernáculo de las comunidades indígenas sobre flora, fauna y minerales medicinales, así como...
La ley 100 de 1993 creó el formulario de medicamentos esenciales, el cual se nutre exclusivamente de medicamentos genéricos, pues son mas económicos, con lo cual se garantiza su acceso a mayor masa de población atendida por el Sistema General de Seguridad Social en Salud, criterio que es correcto. Esta medida dió lugar al rápido crecimientode la industria farmacéutica nacional de medicamentos genéricos, pero los mecanismos de control para garantizar la calidad de los mismos han sido insuficientes. Por otro lado, este renglón se constituyó en un eficiente y lucrativo negocio para que algunos inescrupulosos lavasen dólares, lo cual permitía el establecimiento de bajísimos precios para competir en el mercado de aprovisionamiento demedicamentos al sistema. Para desgracia de los enfermos, de la medicina y de la credibilidad del acto médico y la confianza que él debe generar en los pacientes, el Sistema General de Seguridad Social en Salud tomó como criterio el precio de compra sin tener en cuenta la calidad ni la seguridad de estos medicamentos, llegando al colmo de que muchas entidades convocan a los proveedores demedicamentos a las llamadas “bajastas”, pues allí el criterio es que el negocio se lo lleva el que mas baja el precio, no el que mas lo suba, como ocurre en una “subasta”. Tal práctica se constituyó en factor adicional de deterioro de la calidad del sistema, pues los fracasos terapéuticos por consumo de drogas de mala calidad prolongan o empeoran la enfermedad y hasta precipitan la muerte de muchos enfermos.
Colombia fué tradicionalmente consumidora de medicamentos de marca, producidos aquí o en el extranjero por compañías transnacionales y expendidos a los enfermos a precios exorbitantes. Estas compañías farmacéuticas han tenido como objetivo fundamental la obtención de fabulosas utilidades basándose en el dominio monopólico y excluyente del conocimiento farmacológico y tecnológico para laproducción de medicamentos (patentes de propiedad intelectual) y del soborno y corrupción desde instancias gubernamentales hasta médicos carentes de principios éticos y con ánimo de enriquecimiento rápido. Todo ello en detrimento de las necesidades e intereses de la sociedad colombiana.
Con el advenimiento de los precios bajos de los productos nacionales se generó una verdadera guerra por eldominio del mercado y, con ella, acusaciones de parte y parte respecto a calidad y precios, buscando cada una ganar adeptos que tomasen partido por una u otra.
Esta es una falsa disyuntiva. Realmente es una trampa en la que no debemos caer. No debemos tomar partido a ultranza por la defensa de la industria nacional por el simple hecho de que sea industria nacional. Los criterios a defender son:calidad, seguridad y accesibilidad de los medicamentos para todos los habitantes del territorio nacional. Esto sólo será posible mediante el establecimiento de un verdadero y poderoso Sistema de Farmacovigilancia y de regulación de precios, con capacidad sancionatoria y condenatoria, tema que el gobierno se ha negado a implantar. Las ganancias de los medicamentos producidos por ambos grupos oscilanentre el 200% y el 7000%.
En cuanto a la propiedad intelectual, la política de patentes en Colombia otorga a las compañías farmacéuticas transnacionales el monopolio de elaboración y venta de sus productos durante un tiempo de veinte años y cinco años mas para los llamados segundos usos de la misma droga, de acuerdo a los tratados firmados en la Organización Mundial del Comercio.
Lapretensión actual de las transnacionales es ampliar el tiempo de exclusividad a 30 y 10 años respectivamente, lo cual tendría un costo social de US $760’000.000 anuales y el TLC es el camino para lograrlo, como también lo es para la apropiación de la infraestructura hospitalaria pública nacional, del conocimiento vernáculo de las comunidades indígenas sobre flora, fauna y minerales medicinales, así como...
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