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Y AHORA… UN PRIMER VISTAZO, NUNCA ANTES VISTO, DE LA VERDADERA PRIMERA VEZ QUE PATCH Y NORA SE CONOCIERON… ¡DESDE EL PUNTO DE VISTA DE PATCH!

atch meció su silla hacia atrás en dos patas, estiró sus brazos, y los dobló detrás de su cuello. Su mirada estaba clavada en la puerta que llevaba al interior de Enzo’s Bistro. Había pedido una mesa en el fondo, en una esquina oscura donde la luz nisiquiera llegaba del todo. Una vela votiva parpadeaba en cada mesa, pero Patch había apagado la suya con los dedos al sentarse. Al otro lado de la mesa, Rixon estaba tendido en su silla, sus ojos trazando el techo en exagerado aburrimiento. —Esperaré por ti hasta que me vuelva azul—cantó Rixon en un murmullo—. No hay nada más que un hombre pueda hacer. Bebes con demonios directo del…—seinterrumpió y arqueando sugestivamente una ceja señaló hacia sus pies— infierno. Ellos casi ganan tambieeeeen.1 —¿Practicando para tu audición en American Idol?2 — Patch sonrió. — ¿Cuando me dirás lo que tramas? — Rixon le dio una patada por debajo de la mesa. Una mesera pasó dejando dos cafés. Patch miró la bebida. — ¿Tramar? —Hemos venido aquí, Enzo’s ¿no?, cada jueves por la noche alrededor de las ocho.Cinco semanas de corrido. Y pensaste que no lo noté. —Cuatro semanas. —El chico sabe contar — Rixon rodó los ojos teatralmente. —Tienen buen café. —Bien, entonces el problema con eso es que tú no puedes saborearlo —señaló Rixon— ¿Vamos con a tu mentira número dos, entonces? —Me gusta la atmosfera. —Cada chica en este lugar es menor de veinte. Qué te parece si embaucamos a algunos pajarillos máscercanos a nuestra edad… setecientos, al menos — Los ojos de Rixon saltaron de asombro.

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Canción típica irlandesa, originalmente dice: I’ll wait for you till I turn blue, there’s nothing more a man can do. Ya drank with demons straight from hell. They almost nearly won as well. 2 Programa norteamericano de talentos.

—No estoy aquí por las chicas—sólo una de ellas. Sus ojos volaron a sureloj, luego de vuelta a la puerta. En cualquier minuto.

—No por las chicas— repitió Rixon—. No por apuestas, bebidas, o peleas. Para todos los casos, estamos teniendo una perfecta buena noche en un respetable establecimiento. O has estado escuchando al pequeño angelito en tu hombro, o ese malvado cerebro tuyo está trazando algunos planes. — ¿Y?

—Y apuesto a lo segundo. Lo que quiero saber es¿qué plan que valga la pena implica un impoluto lugar de reunión de Secundaria? —preguntó, echando una torva mirada al lugar. Afuera, una silueta familiar corrió pasando el banco de ventanas salpicadas por la lluvia. La chica tenía sus brazos cruzados por sobre sus cabeza, haciendo un divertido trabajo al tratar de protegerse de la lluvia. Se apuró al interior, dándole a la puerta un empujónextra para permitir que su rubia acompañante se colara antes de que se cerrara. Se quedaron en la entrada un momento, sacudiéndose la lluvia y secando sus pies. Rixon aún estaba hurgando las respuestas, pero Patch ya no le tomaba atención. Estaba tremendamente consciente de la más baja de las dos chicas, una delgada pelirroja con hombros parejos y una barbilla ligeramente levantada en un gesto quepodría confundirse con arrogancia. Él la había observado lo suficiente como para saber que era algo más. Jugó con las palabras “astuta”, “sin pretensiones”... “prudente”. Ella se había recogido el cabello en un moño alto, pero algunas pícaras hebras se habían soltado, y el efecto atrajo la más sutil de las curvas a su boca.

Incluso si no hubiese memorizado su horario, los pantalones de correr despandex negro y la camiseta de cuello ancho con la parecía enfrascada en una

batalla de tira y afloja —en un momento se deslizaba por su hombro y al siguiente ella lo devolvía a su lugar—, le habrían dicho que venía del gimnasio. Entre la creciente lista de cosas que él había descubierto acerca de ella: Era buena deportista. Al menos una vez a la semana. Y no sólo cuando la rubia, un yo-yo de...