No Sé Yo

Páginas: 183 (45623 palabras) Publicado: 29 de mayo de 2012
La selva prohibida

**Heinz Delam Lagarde**





© Heinz Delam Lagarde
© Grupo Editorial Bruño, S. L., 1997
Maestro Alonso, 21
28028 Madrid
Teléfono: 91 724 48 00


ISBN: 84-216-3187-X
Depósito legal: M. 5.023-2004


Primera Edición: marzo 1997
Segunda Edición: diciembre 1997
Tercera Edición: abril 1998
Cuarta Edición: abril 1999Quinta Edición: septiembre 2000
Sexta Edición: diciembre 2000
Séptima Edición: diciembre 2001
Octava Edición: marzo 2003
Novena Edición: febrero 2004


Colección Paralelo Cero


Directora de la colección:
Trini Marull


Edición:
Cristina González


Diseño y cubierta:
Emilio Rebull


Obra seleccionada
en la Lista de Honordel Premio CCEI 1998


Edición digital: Adrastea, Marzo 2007.


Esto es una copia de seguridad de mi libro original en papel, para mi uso personal. Si llega a tus manos es en calidad de préstamo y deberás destruirlo una vez lo hayas leído, no pudiendo hacerse, en ningún caso, difusión ni uso comercial del mismo.




Introducción

DURANTE mi larga estancia en Áfricacentral tuve la oportunidad de descubrir numerosas tradiciones y leyendas locales que me parecieron curiosas e interesantes. Una de aquellas leyendas, muy extendida en la región ecuatorial próxima a la pequeña ciudad de Boende, habla de un fabuloso talismán: el biyambá-yambá. Según la tradición, este objeto mágico permanece guardado por una gran serpiente, que lo conserva en el interior de su cuerpo; sialguien intenta matar al reptil, éste se desprende del talismán proyectándolo con fuerza a gran distancia, para que así nadie pueda hallarlo. Pero el talismán nunca queda abandonado, pues se supone que más tarde vendrá otra serpiente para hacerse cargo de su custodia.
Todos los habitantes de la región ambicionan apoderarse del biyambá-yambá, ya que se cree que aquel que lo consiga obtendrágrandes poderes y alcanzará para él y para los suyos prosperidad y felicidad.
En tres ocasiones tuve la suerte de asistir a una de esas búsquedas frenéticas que se producen cada vez que los nativos logran dar muerte a una serpiente de gran tamaño. Entre intrigado y divertido, reconozco haber participado yo mismo en el rastreo, a pesar de no estar muy convencido de la veracidad de talsuperstición. Me encantaría poder decir que al fin encontré el talismán y que ahora lo guardo en un lugar a prueba de serpientes, pero tengo que confesar que no fue así. De aquellas experiencias sólo conservo el recuerdo de hombres, mujeres y niños que se pasaban horas e incluso días enteros escudriñando cada palmo de selva con la esperanza de hallar el preciado objeto. Sin embargo, la historia másinteresante acerca del mito del biyambá-yambá me llegó a través de un curioso personaje que conocí de forma casual.
El encuentro se produjo una tarde que yo me había despistado de mi camino y erraba desorientado a través de la intrincada selva que se extiende al norte del río Ruki, cerca del ecuador. No conozco nada tan penoso y humillante como encontrarse solo y perdido en medio de la selvaafricana. Me sentía desesperado ante la inminente caída de la oscura noche tropical, y la idea de dormir en pleno bosque sin equipamiento ni armas, sin una protección contra los voraces mosquitos, me ponía la carne de gallina. Así que me alegré sobremanera cuando divisé una fina columna de humo azul que surgía entre los árboles frente a mí. Pensé que se trataría de algún pequeño poblado y que podríaguarecerme en una de sus chozas hasta la mañana siguiente. Me apresuré en dirección a la humareda con toda confianza, pues sabía que los habitantes de las pequeñas aldeas del interior suelen ser hospitalarios y cordiales. Aparte de darme cobijo, podrían indicarme el camino para regresar al sendero que me había llevado hasta allí.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando llegué al centro de un pequeño...
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