No te enamores.

Él se decía un “Romeo”, pero en definitiva no era para tanto; Era apuesto y agraciado pero seguramente no era el único.
Estaba tras mi conquista, mientras yo me encargaba de imponerle todo tipo deobstáculos.
No lo niego, el me atraía, aún no estoy segura de si era su emanación exquisita y placentera, su sonrisa o su linfático cuerpo. Pero la realidad es que yo lo consideraba parte del“montón”.
Al cabo de unos meses el siguió esmerándose en cruzar miradas, (se le facilitaba pues estaba en mis clases), pero ese día todo fue distinto; casualidad o coincidencia, no lo sé pero me tope con él, enel pequeño parque de mi ciudad, esa lugar donde todo aquel rumor se propagaba rápidamente.
En fin, yo me dirigía a salir de ahí, como era típico de mí, poseía mis auriculares, los cuales me alejabandel exterior; me encontraba distraída y cabizbaja, cuando tropecé de manera torpe sobre ese chico.
-¡Disculpa, qué pena!-Le dije con voz titubeante
-Fui yo quien no caminaba con precaución.-Mecontestó con gran seguridad.
-¿Qué has pensado sobre lo que dije?, Sabes que me gustas, ¿cierto? -Exclamó de manera interesante.
-¡Me estás haciendo perder el tiempo!, Tengo prisa.-Fue una inoportunarespuesta de mi parte.
Al término de aquel suceso, comencé a estremecerme, ¿Será que me ha empezado a llamar la atención?, simplemente lo pensé.
Pues con un rostro casi perfecto, físico envidiable, sugran inteligencia y su carisma, era fácil que cualquier señorita, con algo de astucia, lo apreciara.
Cada vez que cruzábamos miradas, surgían emociones inexplicables, algo de compleja explicación,algo que […] jamás había notado.
Al cabo del tiempo, terminó ganándose mi cariño, al grado de una amistad, pero no tan intima, o no lo suficiente para revelar mis confidencias.
Llegó el momento en queme aclaré mi mente, él me fascinaba y mis amigas ya lo habían percibido.

Mientras leía un libro en mi dormitorio, vibró mi móvil, el cual estaba en la orilla de mi cama, al tratar de...