no tengo nada

I. El sentido de la vida

Nos encontramos en los comienzos del siglo XVII, en una casona vieja entre la calle de Francos y la calle del León, en un estudio cubierto de hojas y polvo removido. Unanciano sin levantar prácticamente la vista y sin probar prácticamente bocado escribe: “Yo sé quién soy, y sé quien puedo ser”. Cervantes acaba de inventar la modernidad con su teoría sobre la voluntaddel ser, la voluntad de representación que autores como A.G. Galiano desarrollaron a partir de esta lectura de Don Quijote de la Mancha. En el artículo de Ángel García Galiano, originalmente llamadopor el autor: “El mundo como voluntad y representación”, el aventajado alumno de Carreter nos hace reflexionar sobre el delicado tema de la búsqueda y “anagnórisis” del “yo” y de como Alonso Quijano,en este caso, se inventa así mismo, como resultado de su propio instinto de supervivencia que le dice que la vida ociosa de un hidalgo tiene como resultado final la fría muerte de este, acompañada deun desgaste físico e intelectual que aterraba a nuestro querido personaje. Alonso decide no rendirse y se aferra a las historias de los libros de caballerías convirtiendo su locus amoenus particular enuna verdadera realidad, para así ver el mundo como quiere verlo y hacer que el mundo lo vea a él como él mismo quisiera, de esa manera, las mozas del partido podrían ser verdaderas damiselas, o elignorante Sancho Panza, gobernador de su propia ínsula y digno de la sabiduría del rey Salomón.

Ahora bien, ¿cuál es el sentido de la vida? ¿La mera supervivencia que hace en ocasiones que el finjustifique los medios, como Don Quijote que se permite el privilegio de cambiar el mundo que lo rodea para convertirlo en su pasaporte a la salvación, huyendo de la muerte en contadas ocasiones yesperando el final deseado, primero como caballero, después como pastor y finalmente como amante y amigo, como escritor de novelas de caballerías o como escritor de novelas manchegas?

¿O más bien...