no tengo
México, al recordar la ardiente guerra
a que debió su sacra autonomía,
convoca a las naciones de la tierra
a convivir con ella en armonía.Ya no es el español el hombre odiado
que provocara cólera o rencores;
es el colono, por la ley llamado,
para entregarse en paz a sus labores.
¿Qué mejor oblación en los altares
de Hidalgo,de Morelos y Guerrero,
que ofrecer nuestra mano y nuestros lares,
transformando en nativo al extranjero?
La sangre por doquier derramada
de aquella lucha, en los heroicos hechos,
de su frutoen la tierra liberada:
por eso surgen ya nuevos derechos.
México en otro tiempo campo rojo,
sin ley augusta y sin precisa norma,
que incitaba al pillaje y al despojo,
en el pueblo laboriosose transforma.
Abre los brazos al obrero honrado
y de la servidumbre lo redime
para que viva siempre emancipado
de la miseria amarga que lo oprime.
Escuelas, bibliotecas y talleres
impulsanya al estudio o la tarea
a ignaras más no inútiles mujeres,
y al indio analfabeto de la aldea.
¡Que venga hacia este suelo el que confíe
en la rica cosecha del mañana,
que ya una nuevaaurora nos sonríe
en esta fértil tierra mexicana!
Si Adelita se fuera con otro
la seguirìa por tierra y por mar,
si por mar en un buque de guerra
si por tierra en un tren militar.
Si Adelitaquisiera ser mi esposa,
y si Adelita ya fuera mi mujer,
le comprarìa un vestido de seda
para llevarla a bailar al cuartel.
Y después que terminó la cruel batalla
y la tropa regresó a sucampamento
por la vez de una mujer que sollozaba
la plegaria se oyó en el campamento.
Y al oìrla el sargento temeroso
de perder para siempre su adorada
escondiendo su dolor bajo el reboso
a suamada le cantó de esta manera…
Y se oìa que decìa
aquel que tanto se morìa…
Y si acaso yo muero en la guerra,
y mi cadáver lo van a sepultar,
Adelita, por Dios te lo ruego,
que...
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