No todas somos iguales

No todas somos iguales
El propósito de este trabajo es refutar las visiones críticas de Décimo Junio Juvenal que hace en su sátira VI “Las mujeres”. Mi posición será dar una mirada desde la actualidad mundial en que las mujeres fuimos ganando cada vez mayor participación en la sociedad, por lo tanto la focalización y los aportes tendrán una carga altamente subjetiva.
Partiendo de ladefinición que hace Feinberg sobre sátira: La distorsión jocosamente crítica de lo familiar, Juvenal, siendo una de las mejores fuentes para el conocimiento de la vida cotidiana de su época, muestra en esta sátira todos los defectos y vicios que tiene la mujer en ese momento de la vida. Por esta razón aconseja a su amigo Póstumo no contraer nupcias con ninguna mujer porque ya no queda ninguna casta.
E nla época en que escribe Juvenal esta sátira el papel principal que desempeñan las mujeres en Roma es el de fiel y abnegada esposa ya que dependían en todo momento de su marido. Los enlaces matrimoniales solían ser concertados por las familias y el padre de la joven debía entregar una dote a la muchacha. Ella tenía derecho de sucesión respecto a su padre e incluso capacidad de testar por lo que sedieron matrimonios donde la esposa era más rica que el marido y rehusaba su autoridad, recibiendo en ocasiones todas las clientelas del padre. Pero lo habitual era que la mujer estuviera absolutamente supeditada a su esposo.
Si tradicionalmente es el pater familias el que dirige la casa, quien da las órdenes a los esclavos y dirige la administración del hogar, ¿cuál es el papel de lamujer en las casas respetables de Roma? Lo habitual es que las matronas mataran la mayor parte del tiempo en los trabajos relacionados con la costura, el tejido y al cuidado de sus hijos y esposo.
Sin embargo, en este texto Juvenal se encarga de mostrarnos que las mujeres se están olvidando de sus buenas funciones tradicionales para convertirse en mujeres que desean realizar una vida plena, conentretenimientos y placeres. Es por esto que juvenal castiga a aquellas mujeres atletas, a las que les gustan los cantores, a aquellas que disfrutan conversar con sus vecinos, a las guerreras, a la sabionda, etc.
Todas son malas mujeres para este señor que respeto mucho, pero no se dió cuenta que las mujeres en aquella época tendrían ganas de realizar tareas diferentes porque sino la vida lesresultaba muy rutinaria. En estas mujeres quizás las ideas de cambio se estaría gestando en sus espíritus, pero sabían que no llegarían muy lejos porque si todos los hombres pensaban igual que este satírico… Lo peor de todo es que constantemente generaliza diciendo:
No encontraras a ninguna que mire por el que la ama, por muy dolorosa que se muestre, siempre se goza en atormentarle y en despojarle;así pues, cuanto más bueno y deseable marido sea, tanto menos propicio le será.
Ahora yo le pregunto a este poeta si realmente las mujeres no somos capaces de amar a un hombre por lo que realmente es y tiene, no creo que en aquella época haya existido mujer que no conozca el amor sincero y verdadero hacia un hombre.
Usted insiste a lo largo del texto de las ambiciones que posee una mujer,interesada en las dotes de sus futuros maridos, en esto puede tener razón pero como usted generaliza todo el tiempo, yo le quiero decir que si existen mujeres que se casan por amor y estoy segura que en su época también, existían sólo que usted no tuvo la suerte de encontrarse con una de ellas.
Es por esto que no estoy de acuerdo en sus generalizaciones señor Juvenal. Si bien pueden existir algunasdamas con estas características, hasta hoy en día existen, no todas somos iguales, pero usted insiste en generalizar:
La desvergüenza es la misma entre las más elevadas como entre las más humildes y no es mejor la que pisa el sucio pavimento de una choza que la que se hace llevar a hombros corpulentos sirios.

Todas las mujeres se encuentran en las mismas condiciones, ninguna es diferente...