No a los toros
A los defensores de la tauromaquia, esta cruenta tradición les resulta fascinante. Esa es la diversión: deleitarse con el dolorde otro. Tiene razón PETA cuando dice que "…no es divertido ver como un animal inocente es torturado y enloquecido ante una multitud que grita y a la que debería de caérsele la cara de verguenza"(Roca 197). Además, es repugnante la frialdad de las personas que presencian este tipo de espectáculos que hasta pagan para ver una matanza y para colmo, dicen que el toro no sufre, como dando aentender que no siente o es masoquista. Más aún, "el aficionado taurino alega a favor de la fiesta la existencia en ella de un patrimonio cultural de la península ibérica que se pierde en la noche de lostiempos…" (Rocha 195), si se alude a las costumbres de una época o pueblo, efectivamente, el toreo es cultura; cómo lo fue también la lucha a muerte entre los gladiadores y los leones, que fueronabolidas hace muchos años. Así que, cultura no es torturar y matar animales por diversión, eso es crueldad y sadismo. Del mismo modo, afirman que el toreo contribuye a la economía y genera trabajo. Larealidad es que sólo un puñado de personas (ganaderos, empresarios y toreros de fama) se benefician de este negociado de toros de lidia; el resto recibe sueldos míseros sin beneficios sociales ya...
Regístrate para leer el documento completo.