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Erase una vez una niña llamada Lizbeth de 10 años quien desdichadamente tenía
muchos problemas en el colegio ya que cada cosa mala que le pasaba sus amigos se
lovivían recordando claro en forma de burla. Sí se caía se reían de ella sin siquiera
preguntarle si estaba bien. Eran tantas las maneras en como cometían bullyingcon
ella que simplemente ella se quedaba callada.

La forma en que todo el mundo le hacía bullying era realmente despreciable. Se lo hacían en todas parteshasta cuando comía no la dejaban en paz.

Ella se enfrentaba a tantos insultos, jalones de pelo, golpes, todas esas incomodidades que a
cualquier persona no legustaría que le hicieran.
Lo que Lizbeth más odiaba era que todo el mundo murmurara groserías en frente de ella
porque eso le lastimaba demasiado.

Lizbeth creíaque lo correcto era no decir nada porque pensaba en las
consecuencias. Creía que sus compañeros podrían llegar a molestarla aún
más!... claro eso era totalmenteposible. No hablaba ni con sus compañeros
que no la molestaban, ni con sus maestros y mucho menos con su padres.

Le afectaba tanto todo lo que le estaba pasandoque incluso tenía pesadillas,
ya no aguantaba más todo lo que le estaba pasando que decidió hablar y no
callar más .

Por fin llegó el día en que Lizbeth hablócon sus padres y maestros para
poder castigar a los responsables de todo el sufrimiento que le habían hecho
pasar. Se sintió tan aliviada con lo que había hecho,sentía que se había
quitado un gran peso de encima estaba tan satisfecha y feliz con ella misma
por haber tenido el valor de denunciar a sus compañeros.