Nose

No existe el derecho a procurarse la muerte, ya sea de manos de un tercero o con asistencia de autoridades públicas. El derecho a la autonomía personal no es superior al deber de los Estados deamparar la vida de los individuos bajo su jurisdicción.
Una vez una persona deprimida se suicida, otras personas deprimidas de su entorno pueden copiar su comportamiento con más facilidad. Esto es así ensuicidios con o sin asistencia, lo cual incluye la eutanasia. Las personas que ayudan a otros a vivir con una grave minusvalía o en duras circunstancias ven su trabajo saboteado por la otra opción, laeutanasia, que legalizado aparece con atractiva insistencia como una salida fácil para el enfermo. Nadie es dueño de la vida. El hecho de aceptar que somos dueños de nuestra vida, es una barbaridad,pues el hecho de que estemos vivos no significa que la vida que hay en nosotros, sea nuestra, pues no fuimos nosotros los que la creamos.
La vida es algo que está por encima de la voluntad delhombre. Nunca estaré a favor del suicidio que es lo que se persigue encubiertamente con la eutanasia.
La Vida no es un derecho, tenemos derechos porque estamos vivos. La Vida, como la Libertad, son bienesde la humanidad, por eso no se puede eliminar ni siquiera a petición del individuo: nadie puede pedir la muerte.
Son derechos irrenunciables. Hemos retirado a los jueces el derecho a decidir sobre lavida de los asesinos y se lo quieren arrogar ahora para decidir la vida de los inocentes. El tema expuesto es por demas delicado y como tal debe ser tratado, porque hablamos de seres humanos, hombrey mujeres y la vida. El sufrimiento no es malo, es el camino a la vida eterna, al cielo, no es una monstruosidad como algunos piensan. La eutanasia como tal no es una acción cristiana. El hombre debebuscar por todos lo medios, moralmente lícitos,la restauración de la salud. Nadie puede obligar a nadie, a pensar igual que él, eso es verdad, pero la Verdad es una sola y esa Verdad prevalecerá por...