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Novela policial


Siempre son llamativas las coincidencias, diría Juan, agregaría Sebastián, y más aún desde que nos enteramos gracias a Carlos Zambrano
No puede dejar de ser significativo este dato y más aún para nosotros, que somos hijos culturales de aquella conjunción extraña: “sospechosa”, diría Hercule Poirot, el famoso detective belga, cabeza de huevo, de Agatha Christie.Constelación surgida a fines del año de 1779 y comienzos del año1829 . Y es aún más llamativo cuando nos enteramos de que sus figuras prominentes no se conocían entre sí. “Fenómeno de época”, podrán decir. “Estaban dadas las condiciones científicas”, agregarán. Nosotros, podemos conjeturar, policíacamente, que alguna conexión debía haber entre ellos. Y nos referimos tanto a la vertiente anglosajona como a laeuropea: la semiótica, así denominada en el mundo anglosajón y a la semiología, así llamada en el continente europeo. Ambas tienen en común “una conexión”, como habíamos sospechado: el estudio de la significación en la vida social.
Lo asombroso, (enfatizamos esto), es que la novela policial, la semiótica y la semiología no sólo fueran coetáneas, sino que, también, compartieran las mismaspreocupaciones, como es que valoraran y propugnaran la lectura indicial. Además, todas ellas fueron contemporáneas del gran hallazgo de las ciencias humanas de nuestro tiempo, el psicoanálisis y su método de abordaje de su descubrimiento capital: el inconsciente. Efectivamente, a fines del siglo XIX, se consolida el denominado “paradigma de la sospecha” o también designado “paradigma indicial”.
Laconcepción tripartita del signo de Charles Sanders Peirce será la puerta de entrada a la semiótica; a su turno, la concepción diádica del signo de Ferdinand de Saussure, será la vía regia del estudio del signo en “el seno de la vida social”; por otra parte y en otro ámbito, pero de modo concomitante, el detective Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, pondrá en funcionamiento, su máquina inferencial alservicio del hallazgo de pistas criminales. En su momento, también la obra de Sigmund Freud, efectúa su práctica analítica sobre la base de la asociación libre de sus pacientes, de los desplazamientos, sustituciones y condensaciones de sentido que hallan, por ejemplo, en la actividad onírica, para así comprender mejor el revés de la trama de las producciones significantes. Todas estas nuevasdisciplinas científicas, representativas del “paradigma de la sospecha”, pondrán en crisis la idea de que la realidad del mundo es aprehensible como si se pudiera mirar a través de una ventana. La realidad vislumbrada por estas disciplinas ya no es la que predicaron ni el realismo de los Goncourt ni el naturalismo zoliano. Ya no será más un espejo al lado del camino. El signo deja de ser unasuperficie traslúcida. Ha dejado de ser el lenguaje el lugar no perceptible, (como la clásica metáfora del pez que no percibe el agua en la que nada) ahora, sabemos que el lenguaje dice, hace, remite. El lenguaje deja de ser un trampolín hacia el mundo. Comienza a hacerse palpable la opacidad de mundo y el espesor del lenguaje. En rigor, desde la Modernidad, la realidad, es menos paisaje al alcanceinmediato de la mano, que enigma. Sabemos desde la antigüedad que a la naturaleza le place ocultarse y modernamente agregamos que es necesario triturar la experiencia sensible para que advenga el concepto. Huimos de lo que se nos entrega en su inmediatez, sabemos, por el contrario, que el camino del concepto es un largo y sinuoso camino.
La literatura policial es muestra condensada del paradigma de lasospecha, en particular por la prevalencia del método indagatorio del personaje central del género: el detective. En el policial clásico, al menos en sus dos líneas más características, en primer lugar la representada centralmente por Holmes, se emplea la inferencia para la resolución de las pistas de los hechos delictivos, y se pone claramente de relieve (mediante aquella metodología) que un...