Nosenada

Modernismo
El modernismo, un movimiento que queda enmarcado en la última década del siglo XIX y la primera del XX, constituye un intento de situar la cultura catalana a nivel europeo en ámbitos diversos. El ensayo se convierte en un vehículo fundamental a la hora de plantear estos objetivos y de reflexionar sobre las maneras de llevarlos a cabo. En este sentido, el ensayo modernista refleja ladiversidad de pensamiento propio de un movimiento cultural rico y complejo.

Con el modernismo nace en Cataluña la figura del intelectual moderno, que se esfuerza por ser independiente, fiel a sus principios, con voluntad de incidencia social y que, al mismo tiempo, busca vías de profesionalización. En muchos casos, estas vías estarán vinculadas a la prensa escrita, por lo que el canal deinfluencia básico de la mayoría de estos intelectuales es el ensayo periodístico en revistas tan significativas como ‘L’Avenç’ (1881-1884, 1889-1893), ‘Catalònia’ (1898-1900) o ‘Joventut’ (1900-1906). También publicaban en la prensa diaria, tanto la catalana, especialmente en ‘La Veu de Catalunya’ (desde 1899) y en ‘El Poble Català’ (semanario durante 1904 y 1905 y diario a partir de 1906), como lacastellana, con atención especial a ‘La Vanguardia’ y al ‘Diario de Barcelona’.
Además, el seguimiento de estas colaboraciones permite ilustrar no sólo la caracterización del modernismo y los cimientos de su pensamiento, sino también la evolución, a lo largo de los años, de la vigencia del movimiento. Así, en las páginas de ‘L’Avenç’ encontraremos las primeras nociones de la nueva idea demodernidad, como en los textos de Ramon D. Perés de los años 80 y, más adelante, las formulaciones regeneracionistas más radicales –con componentes anarquistas– de Jaume Brossa. Los primeros escritos de Pere Coromines, también dispersos, se situarían en este mismo terreno, que queda abortado justo después de la represión posterior a los atentados anarquistas de 1893 en Barcelona. Paralelamente en el tiempo,los artículos de Joan Maragall en el ‘Diario de Barcelona’, desde los primeros publicados en 1892, y de Miquel dels Sants Oliver en ‘La Vanguardia’ ofrecen un contrapunto también de base regeneracionista, pero desde posiciones más conservadoras. Es un regeneracionismo que va dirigido a la concienciación de una burguesía catalana que cada vez más tiene unos intereses económicos que lo obligan apresentarse con una imagen de modernidad. Una representación que sea compatible con sus presupuestos ideológicos.
En ‘Catalònia’, especialmente gracias a las aportaciones de Joan Pérez-Jorba y Alexandre Cortada, se plantea una nueva manera de entender la modernidad, más centrada en la voluntad de unificar esfuerzos desde vías de pensamiento diferentes y que al mismo tiempo prioriza el componentevitalista y la conexión con el catalanismo. Cortada lo ejemplariza muy bien en su texto ‘Ideals nous per a la ‘Catalònia’ [Ideales nuevos para la ‘Catalonia’], en el primer número de la publicación, en 1898.
A finales de siglo y con un modernismo cada vez más consolidado, las posiciones tienden a ser menos radicales y más individualizadas, lo cual se pone de manifiesto en el pensamiento y en elensayo. Las colaboraciones en la prensa, aunque continúan siendo la vía fundamental de difusión, se complementan ahora con la publicación de libros, en muchos casos recopilaciones de textos dispersos. El conjunto de estas posiciones individuales ofrecen un amplio abanico, ilustrador de la variedad de propuestas del modernismo. Raimon Casellas, por ejemplo, centra su esfuerzo en el intento de elaboraruna estética nacionalista de base realista (el ‘realismo paradójico’), alejada del decadentismo. Lo hace en escritos en ‘La Veu de Catalunya’ que quedarán recogidos de forma póstuma en el libro ‘Etapes estètiques’ [Etapas estéticas], de 1916. Por su parte, Gabriel Alomar replantea la idea de modernidad en la definición de su concepto de futurismo desde las páginas de ‘El Poble Català’ en 1905,...