nosostros los victorianos

Páginas: 7 (1628 palabras) Publicado: 7 de diciembre de 2014
Nosotros los victorianos
A inicios del siglo XVII la sociedad ha sufrido de la represión de la sexualidad, Y se hace notar la diferencia que había antes de ese entonces. En el pasado no se tenía que guardar silencio acerca de estos temas, se podía hablar libremente, sin ninguna preocupación y sin miedo de que la sociedad te sancionara.
En el ámbito familiar se ha dictado como se tiene llevarla sexualidad, solo se puede presentar en el ámbito reproductivo y con una pareja procreadora. La sociedad ha hecho que se guarde silencio y todo aquel que se atreva a expresarse será excluido y callado. El ejemplo más notable se observa en los niños y como sus padres les prohíben saber acerca del sexo de una manera excesiva, tanto que se vuelve inexistente el conocimiento de este en ellos.
Todoel tema del sexo y sus efectos tal vez sean difíciles de entender, pero la represión de este se puede analizar.
Tan ridículo era la represión que cuando los psiquiatras y demógrafos hablaban o escribían de estos temas se tenían que disculpar como si fuera algo muy bajo y vergonzoso.
Nos teníamos que haber preguntado por qué asociamos el sexo con el pecado, y buscar la razón de porque nosculpábamos tanto de haber convertido todo en pecado.
La afirmación de una sexualidad que nunca habría sido sometida con tanto rigor como en la edad de la hipócrita burguesía va aparejada al énfasis de un discurso destinado a decir la verdad sobre el sexo, a modificar su economía en lo real, a subvertir la ley que lo rige, a cambiar su porvenir.
II. Hipótesis regresiva
1. La incitación a los discursosLos últimos tres siglos en sus continuas transformaciones, las cosas aparecen muy diferentes: una verdadera explosión discursiva en torno y a propósito del sexo. Sin duda, nuevas reglas de decencia filtraron las palabras: policía de los enunciados. Control, también, de las enunciaciones: se ha definido de manera mucho más estricta dónde y cuándo no era posible hablar de sexo. En estos casos hubotoda una economía restrictiva.

En contrapartida, al nivel de los discursos y sus dominios, el fenómeno es casi inverso. Los discursos sobre el sexo –discursos específicos, diferentes a la vez por su forma y su objeto- no han cesado de proliferar: una fermentación discursiva que se aceleró desde el siglo XVIII.

Consideremos la evolución de la pastoral católica y del sacramento de la penitenciay la confesión. Intenta imponer reglas meticulosas de examen de sí mismo. La pastoral cristiana ha inscrito como deber fundamental llevar todo lo tocante al sexo al molino sin fin de la palabra.

Aquí radica lo esencial. Que el hombre occidental se haya visto desde hace tres siglos apegado a la tarea de decirlo todo sobre su sexo; que desde la edad clásica haya habido un aumento constante y unavaloración siempre mayor del discurso sobre el sexo; y que se haya esperado de tal discurso –cuidadosamente analítico- efectos múltiples de desplazamiento, de intensificación, de reorientación y de modificación sobre el deseo mismo.

No sólo se ha ampliado el dominio de lo que se podía decir sobre el sexo, sino que se ha conectado el discurso con el sexo mediante un dispositivo complejo y devariados efectos, que no puede agotarse en el vínculo único con una ley de prohibición. Más bien se ha construido un artefacto para producir discursos sobre el sexo, siempre más discursos, susceptibles de funcionar y de surtir efecto.

Se debe hablar del sexo, se debe hablar públicamente; se debe hablar como de algo que no se tiene, simplemente, que condenar o tolerar, sino que dirigir, queinsertar en sistemas de utilidad, regular para el mayor bien de todos, hacer funcionar según un óptimo. El sexo no es cosa que sólo se juzgue, es cosa que se administra. Participa del poder público; exige procedimientos de gestión; debe ser asumido por los discursos analíticos.

Hay otros muchos ámbitos que entraron en actividad, a partir del siglo XVIII o del XIX, para suscitar los discursos sobre...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Nosostros
  • Era Victoriana
  • La Era Victoriana
  • victoriana
  • Victoriana
  • Era Victoriana
  • Era Victoriana
  • La Era Victoriana

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS