nota incompleta
Andreas Lange, de 46 años, tuvo que luchar para conseguir este resultado. Este señor excéntrico queestudió Ciencias Religiosas en la universidad y terminó su carrera con un trabajo acerca de "La historia de los videojuegos desde el punto de vista de la teoría de los mitos", analizando Indiana Jonesy Mickey Mouse, creó ya en 1997 una galería donde se exponían videojuegos. Los escasos visitantes podían quedarse a jugar en este museo artesanal donde por lo demás se exponían piezas de su preciosacolección privada. En 2001 cerró sus puertas, frente a la falta de dinero y en signo de protesta contra la ciudad que no quería financiar su trabajo.
Al cabo de 10 años y gracias a las ayudas delalcalde Klaus Wowereit y de la Unión Europea, su sueño está a punto de convertirse en una realidad no sólo para él, sino para todo los amantes del género de Europa. "Existen ya secciones de museos másgrandes que tratan este tema, en Reino Unido y Estados Unidos, no había sin embargo un museo enteramente dedicado a los videojuegos", explica Lange, mientras decenas de trabajadores se mueven detrás deél para ajustar los últimos detalles antes de la primera rueda de prensa de mañana. A su lado, un lienzo cubre una gran máquina que mide más o menos como él, tras destaparla, describe con orgullo que...
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