Notas para la educacion de la mujer durante el virreinato
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Septién, Manuel. Historia de Querétaro, cap. XX, p. 172.
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como hermana mayor de otras seis mujeres que como ella quisieron seguir las huellas deSanta Teresa, sin más compromiso que el de unos votos simples como son los de los terciarios y sin mayor obligación que el rezo del pequeño oficio de la Virgen. Fue en el año de 1736 cuando hicieron su ingreso formal como miembros de la naciente comunidad, tomando el hábito de las Carmelitas, y tras un año de noviciado profesaron como Terciarias de Nuestra Señora del Carmen. Los primeros años lospasaron en gran miseria, pues no sólo les faltaba el indispensable alimento sino que carecían también de casa propia, no tenían oratorio y salían a la calle para asistir a la iglesia y otros menesteres. No sabemos si fue por muerte o por traslado a otro convento, por lo que los Carmelitas iniciadores de esta obra desaparecieron de la historia del beaterio. Su lugar lo ocupó de inmediato el presbíterobachiller don Diego de Córdoba, tío de tres doncellas que tomaron el hábito de beatas, el cual se convirtió en el benefactor y promotor del establecimiento. Primeramente les regaló una casita para que tuvieran ya un techo asegurado y luego decidió darle a aquella reunión de beatas, una situación jurídica formal, para crear una verdadera institución. Reclamó del ayuntamiento de la ciudad deSantiago de Querétaro la licencia y protección y del arzobispo de México, bajo cuya jurisdicción estaba entonces Querétaro, autorización para que fuese un beaterio con clausura y oratorio propio. 2 El ayuntamiento respondió de inmediato dándoles su apoyo, en razón de la buena fama de las beatas y del bien público de la ciudad. El arzobispo se interesó vivamente en ellas concediendo, el día 15 de julio de1739, no sólo los permisos requeridos sino, además, tomándolas bajo su cuidado al colocarlas bajo su jurisdicción y darles un capellán, 3 que lo fue su protector el padre don Diego de Córdoba. Habiendo llegado ya el número de beatas a diez y seis y viviendo en gran estrechez, él mismo les consiguió bienhechores y así, con grandes trabajos tanto de él como de la hermana mayor Magdalena del...
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