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VIERNES, 24 DE JULIO DE 2009 06:27 SIEMPRE FIEL
Benedicto XVI alentó a las autoridades mexicanas a luchar contra la violencia, el narcotráfico, las desigualdades y la pobreza, y subrayó que para lograr una solución eficaz "no bastan medidas técnicas o de seguridad, sino que se requiere anchura de miras y una renovación moral".El Papa así lo manifestó en el discurso que dirigió al nuevo embajador mexicano ante la Santa Sede, Héctor Federico Ling Altamirano, que presentó hoy sus cartas credenciales.
Benedicto XVI reconoció que las tierras mexicanas no pasan un buen momento entre la crisis económica internacional, la pandemia de la Gripe A y la violencia generada por el crímen organizado. Reconoció el trabajo delgobierno contra el narcotráfico pero dejó en claro una cosa: sólo con medidas técnicas no se soluciona el problema de las drogas, es urgente una renovación moral.
Tocó además otros puntos clave: insistió en la defensa de la vida -alabando las reformas constitucionales en los estados sobre este tema, tan criticadas por el liberalismo rancio-, pidió tutelar a la familia fundada sobre el matrimonioentre el hombre y la mujer además de exigir respeto a la libertad religiosa en el sentido más amplio del concepto.
Tras destacar las medidas de las autoridades mexicanas para fomentar "un orden social más justo y solidario", el Obispo de Roma instó a que continúen encarando "cuestiones tan graves como la violencia, el narcotráfico, las desigualdades y la pobreza, que son campo abonado para ladelincuencia".
"Es bien sabido que para una solución eficaz y duradera de esos problemas no son suficientes medidas técnicas o de seguridad. Se requiere una anchura de miras y la eficiente conjunción de esfuerzos, además de una necesaria renovación moral, la educación de las conciencias y la construcción de una cultura de la vida", afirmó el Pontífice.
El Papa Ratzinger agregó que las autoridadesmexicanas siempre encontrarán para esas tareas la leal cooperación y solidaridad de la Iglesia católica.
Benedicto XVI recordó la presencia centenaria del cristianismo en México, que -dijo- ha engendrado una cultura que promueve "la justicia, el trabajo por la paz y la reconciliación, el fomento de la honradez y la transparencia, la lucha contra la violencia, la corrupción y la criminalidad, laconstante tutela de la vida humana y la salvaguardia de la dignidad del ser humano".
El Papa destacó la importancia de la familia, a la que llamó "comunidad de vida y amor" y célula básica de la sociedad y defendió el matrimonio "indisoluble entre un hombre y una mujer", y pidió al Estado que la apoye.
El Pontífice expresó su satisfacción por el VI Encuentro Mundial de las Familias celebrado en eneropasado en Ciudad de México, que ha puesto de relieve -dijo- la importancia de la familia, y agradeció a las autoridades civiles y religiosas mexicanas la organización.
Benedicto XVI destacó las "buenas relaciones entre la Santa Sede y México", y defendió la libertad religiosa, que no es un derecho más, "ni tampoco un privilegio que la Iglesia católica reclama".
"Es la roca firme donde losderechos humanos se asientan sólidamente y pertenece a lo más esencial de cada persona, de cada pueblo y nación", añadió el Papa, y subrayó que "se ha de asegurar a los creyentes la plena garantía de manifestar públicamente su religión".
El Papa teólogo defendió una vez más el derecho a la vida, que "debe ser reconocido en toda su amplitud", y pidió a las autoridades que promuevan "leyes justas" quetengan en cuenta "el altísimo valor que posee todo ser humano en cada momento de su existencia".
El Obispo de Roma expresó su "gozo" por la decisión de México, en 2005, de suprimir de su legislación la pena capital, así como las recientes medidas "en algunos de sus Estados para proteger la vida humana desde su comienzo".
Benedicto XVI reiteró la disposición de la Iglesia de colaborar con las...
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