Novatos
( Rafael R. Valcárcel ) |
Un día mi papá al cole me llevó,
pero en lugar de al cole, me llevó al zoo.
Me dijo: mira hijo aquí todo empezó,
mas esto no era un zoo, esto tenía son.
Bailaba el triceratops dumba dumba da,
también el ave fénix sobre un frutal.
Bailaba el ictiosaurio en la profundidad
con ninfas y sirenas, todos sin parar.
Un día un asteroidecon la tierra chocó,
pero entre las cenizas un ave surgió.
Se dijo: no me aflijo, aquí todo empezó
y con nuevas semillas el mundo pobló.
Bailaba el megalonyx dumba dumba da,
también el ave fénix sobre un frutal.
Bailaba el pez mamut en la profundidad
con ninfas y sirenas, todos sin parar.
Un día y otro día la vida siguió
y la madre natura ni se inmutó.
Se dijo: no me aflijo, aquí ni mandoyo
y con miles de años todo eso cambió.
Bailaba el elefante dumba dumba da,
también el ave fénix sobre un frutal.
Bailaba el pez león en la profundidad
con ninfas y sirenas, todos sin parar.
Un día y otro día la vida siguió
y un ser “inteligente” en eso apareció.
Se dijo: no me aflijo, aquí el rey soy yo
y a los animales todos enjauló.
Bailaba el homo sapiens dumba dumba da,
mas no elave fénix sobre un frutal.
Bailaba el sapiens solo fuera de compás
con los ojos cerrados pisando a los demás. Un día mi papá al cole me llevó,
pero en lugar de al cole, me llevó al zoo.
abrimos ene jaulas, después el portón
y la madre natura reanudó el son.Bailaba el que te canta dumbadumba da,también el ave fénix sobre un frutal.
Bailaba con mi padre y con mi mamá,
con ninfas y sirenas, todos sin parar |
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Los niños que creían en nada | |
( Rafael R. Valcárcel ) |
Nadie le daría trabajo con lo vieja que estaba, e indagar sobre si disponía de ahorros para montar un negocio en toda regla sería una falta de sensibilidad; por no decir un exceso de estupidez. Qué hacercuando las carnes te exigen sobrevivir. ¿Pedir limosna? Buenos Aires ya no estaba para eso. Tendría que ganarse la vida haciendo algo de dudosa moralidad. Qué cosa. Qué podría hacer sin perjudicar a la gente. Optó por vender aire, como lo hacían miles de empresas, pero ella no sería una desalmada. Cobraría montos irrelevantes y el aire que daría a cambio no contendría un valor superfluo. |
|| Empezaría a venderlo de inmediato porque, además, sabía que ningún pariente le iba a dar cobijo. No los tenía, ni hacia los lados ni hacia abajo. Hacia arriba, menos. Sandra realmente era vieja. 57 años olvidada en la cárcel por haber matado a su marido le impidieron procrear. Era él o ella. Los moratones acumulados en su cuerpo lo demostraban, pero en el juicio no valieron. El abogadocontratado por su suegra era de los caros, de esos con influencias. |
Desde el 12 de octubre de 2003, Sandra anduvo libre por las calles. ¡Vaya mentira! Sus carnes la arrinconaron más que nunca. En su estómago tenía aire, pero uno muy distinto del que estaba por vender. En la cárcel había aprendido algo de magia. Hacía desaparecer objetos pequeños, como cigarrillos y monedas. Con una esfera de cristalde cuatro centímetros de diámetro no tendría problemas.
Entre la basura, encontró cajas de un tamaño ideal para empaquetar, una y otra vez, su única esfera. Sólo le faltaban cintas de colores para, en el momento de la venta, atar la caja correspondiente y adornarla con un listón. Las consiguió enseguida.
Frente a una tienda de juguetes, interpretando el papel de una bruja buena de cuento,atraía la atención de los pequeños con un discurso dulce en el tono y seductor en las palabras: “Mira esta bola de cristal. Es ligera como el aire. Es mágica. Mágica para los que poseen el don. ¿Tú lo posees? No mires a tus padres, la respuesta sólo la puede saber uno mismo. Meteré esta bola especial en esta caja… así, ¿ves? Ahora, ataremos la caja con esta cinta para asegurarnos de que se...
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