NOVELA DE ZOMBIES

DESDE AQUEL DIA MI VIDA CAMBIO
Aquella mañana me levanté minutos antes de que sonara el despertador, estiré los brazos y solté un bostezo. Me deshice de las sábanas antes de que el sueño se apoderara de nuevo de mi cuerpo. Vi la hora y eran las 7:15 am, aun podía alistarme para ir al instituto. Me levante y me vesti.
La casa estaba muy silenciosa y me pregunté qué estarían haciendo mispadres, quizás salieron temprano, pero hasta donde sabía no tenían un viaje planeado para hoy, no le di importancia al asunto. Me metí al baño a lavarme la cara como todas las mañanas. Me lavé los dientes y un fuerte golpe retumbo por las paredes y ventanas seguido del crujir de un vidrio quebrándose. Fui a ver que había sicedido, pero no se oia nada y una extraña preocupación apareció acelerando micorazón.
La puerta del cuarto de mis padres estaba abierta, me asomé pero ellos no estaban ahí y la cama aún se encontraba deshecha, pensé que debían estar abajo resolviendo lo del misterioso vidrio roto. -¿Mamá, papá?- grité recargándome sobre el barandal de la escalera para mirar hacia abajo. Aquello me pareció muy sospechoso e incluso sentí miedo. ¿Y si alguien estaba herido? ¿Y si se habíanmetido a robar? ¿Por qué nadie me decía qué estaba pasando?
Baje lentamente. -Estas exagerando- pensé para mis adentros. Fui a la cocina, todo se veía en orden exepto por el refrigerador que estaba abierto ¿Hay alguien?- pregunté. Y lo que vi a continuación me dejó helada: Pierre, nuestro cocinero, se levantó del piso, sus ojos estaban completamente blancos, tenia muchas cortadas muy profundas, susligamentos y sangre escurrían por su torzo, su ropa estaba desgarrada y le costaba pararse.
Mi, ahora no tan adorable cocinero, lanzó una especie de grito o bramido y de un salto se subió sobre la estufa dispuesto a… ¿atacarme? Apenas lo vi brincar frente a mí corrí hacia la sala y él me siguió. -Pierre, soy yo,- dije al quedarme arrinconada en la sala  Pero él pareció no entenderme y bramó denuevo. Las manos me mucho así como la quijada. Estaba paralizada por el miedo y lo único que pensaba era: no quiero morir aquí. -¡Auxilio! ¡Alguien ayúdeme!- chillé con desesperación, pero tontamente esto sólo hizo que Pierre se acercara mas.
Voltee a todos lados buscando algo qué arrojarle y entonces vi un florero, no me lo pensé 2 veces, lo agarre apenas Pierre se acerco para morderme, loestrelle en su rostro tirándolo al suelo. Sali corriendo de la sala, fui a un rincón y en la parte de arriba, dentro de una caja de cristal, se hallaba una espada. Rompí el cristal y saqué el arma dispuesta a usarla en caso de ser necesario. Mire de nuevo a Pierre, y su cadáver estaba en el piso desangrándose. Y, mirando hacia todos lados, decidí regresar a mi cuarto, apenas entré y me encerré con llave.Solté la espada a un lado mío y me tiré a llorar en el piso, ¿qué rayos había sido todo aquello? ¿En qué momento mi cocinero contrajo el mal de las vacas locas o fue inyectado por aliens para convertirse en eso?
Sollocé sobre mis rodillas mojando mi pantalón con mil lagrimas cuando un sonido me sobresaltó, y no venía precisamente de abajo. Me tragué el nudo en la garganta, cogí la espada y mepuse de pie. La puerta de mi baño rechinó y me acerqué un poco viendo entonces que había pisadas de sangre en piso que iban hacia el baño
-¡RAYOS!- exclame.
-¿Valloleth?- escuché la voz de mi hermano.
-¡Peter! ¡Peter, estás bien!
-Tienes que huir de aquí, hermana.- dijo de pronto dejándome muda.- ¡Vete antes de que te haga daño!
-¿De qué hablas? ¡Sal ahora!
-¡No!- gritó y entonces lo escuchéllorar.

Sin aguantarlo más me armé de valor y entré al baño y entonces lo vi, yaciendo en el piso, con una herida profunda en su hombro derecho. Me llevé una mano a la boca para ahogar un grito de horror y él levantó su mirada. Sus ojos estaban muy cristalinos, le brotaba sangre de la nariz y la boca.
-¡Peter!
-Valloleth, te dije que te fueras.- me apartó con una de sus manos y se inclinó...