Novela Rompecabezas pdf
Laura Rivas Arranz
Rompecabezas
Laura Mª Rivas Arranz
Literanda, 2013
Colección Literanda Narrativa
Diseño de portada: Literanda, sobre una fotografía de Gustavo Delvito
© Laura Mª Rivas Arranz, 2013, Registro de la propiedad intelectual 00/ 1998/ 1233
© de la presente edición: Literanda, 2014
Todos los derechos reservados. Queda rigurosamente prohibida, sin laautorización expresa de los titulares del copyright la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento.
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Dedicatoria de verdad
A mis padres, por no soñarme los sueños.
A mis hermanas, por todas las veces que no os cumplí en la comba,
en la goma y en guardias y ladrones. Por ahuyentar entre las tres los
fantasmas del cuarto conaquellas palabras mágicas: es una cosa
que sirve para…
Dedicatoria de juguete
A los Reyes Magos...
A Gol, donde quiera que esté…
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1
JARDINES DE INFANCIA
Aurora mira hacia arriba intentando abarcar completo el feo edificio gris.
—¿Y los jardines?
—Estarán dentro… —Lo afirma sin desilusionarse todavía.
Pero dentro sólo hay un par de tiestos.
Aurora y Sergio se asoman a la puertade su clase. Intuyen que no
va a gustarles. Cuando las primeras madres empiezan a desaparecer,
el llanto se extiende.
—Jugaréis mucho con otros niños. Será divertido.
Aurora mira a su madre: ¿Y si es divertido por qué todos esos lloran?
—Portaos bien.
Portaos bien… Aurora recuerda lo que dice su padre: “si te pegan,
pega.” Cierra el puño y lo aprieta con fuerza decidida a estamparlo
contrael primero que se atreva a molestarla. No tiene más remedio
que abrirlo cuando Sergio la coge de la mano, al tiempo que una
monja los empuja suavemente al interior de la clase.
Sofía, sin saber por qué, llora. Ha empezado de pronto. Nadie le
ha hecho nada, no le importa que su madre se haya ido, pero llora.
Aurora y Sergio la miran. Ella se fija en que no lloran. Se seca la cara
con lasmanos y sorbe los mocos:
—¿Queréis ser mis amigos? —hace una inspiración profunda que
la congoja del pecho todavía le entrecorta.
Aurora y Sergio asienten.
La señorita Ángela y la madre Margarita están al frente de la clase.
Cumplido el pase de lista, las estanterías se vacían de juegos y los
niños, sentándose en tapices se van distribuyendo por el suelo.
Un reluciente y solitario rompecabezasde los Siete Enanos, hecho
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de cubos de plástico llama la atención de Sofía. Aurora y Sergio la
siguen. Lo coge entre las manos. El dibujo, los colores, el peso, el
brillo de los cubos plastificados. Les parece lo más bonito que han
visto nunca.
—¿Qué hacéis aquí?
La señorita Ángela los observa.
—Queremos jugar con esto…
La explicación la ha musitado Sergio mirando muy por encima deél a los ojos de la señorita Ángela.
—No podéis cogerlo.
—¿Por qué? —lo preguntan a la vez pero en desigual tono desafiante.
—Porque con ese rompecabezas van a jugar ahora estas niñas.
Las niñas les quitan el rompecabezas. Ellos lo aceptan; parece una
regla más que hay que aprender…
El abuelo Hugo ha estado esperándolos en casa:
—¿Qué tal el colegio?
—¿Tenemos que volver mañana?
Elabuelo sonríe. Levanta la cámara de fotos que, como casi siempre, cuelga de su cuello, y dispara.
***
Un ruido extrae a Aurora del pasado. Deja caer la vieja foto de su
primer día de colegio sobre las demás en el desordenado cajón de
cartón. El estruendo que ha sonado habrá sido cosa de Julio, su hermano mayor, que como siempre estudia en su habitación; se le habrá
caído algún libro… Auroravuelve a mirar la caja de las fotos: Julio
sonríe de pequeño, dentro de la fotografía, levantando un trofeo que
ha ganado su equipo…
***
Pocas personas fuera de la familia habrían relacionado la foto con
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el joven de veintisiete años que, curvada la espalda hacia el folio,
maldice en silencio mirando la nada. Que falte ruido en la casa le extraña. Recuerda el inaplazable viaje de sus...
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