novela
El condenado por desconfiado
PAULO:
¡ Dichoso albergue mío !
¡ Soledad apacible y deleitosa,
que al calor y al frío
me dais posada en esta selva umbrosa,
donde el huésped se llama
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o verde yerba o pálida retama !
Agora, cuando el alba
cubre las esmeraldas de cristales,
haciendo al sol la salva,
quede su coche sale por jarales,
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con manos de luz pura
quitando sombras de la noche oscura,
salgo de aquesta cueva
que en pirámides altos de estas peñas
naturaleza eleva,
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y a las errantes nubes hace señas
para que noche y día,
ya que no hay otra, le hagan compañia.
Salgo a ver este cielo,
alfombra azul de aquellospies hermosos.
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¿ Quién, ¡ oh celestes cielos !,
aquesos tafetanes luminosos
rasgar pudiera un poco
para ver... ? ¡ ay, de mí ! Vuélvome loco.
Mas ya que es imposible,
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y sé cierto, Señor, que me estáis viendo
desde ese inaccesible
trono de luz hermoso, a quien sirviendo
están ángeles bellos,
más que la luz del solhermosos ellos,
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mil glorias quiero daros
por las mercedes que me estáis haciendo,
sin saber obligaros.
¿ Cuándo yo merecí que del estruendo
me sacarais del mundo,
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que es umbral de las puertas del profundo ?
¿ Cuándo, Señor divino,
podrá mi indignidad agradeceros
el volverme al camino,
que si yo lo conozco, esfuerza el veros,
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y tras esta victoria,
darme en aquestas selvas tanta gloria ?
Aquí los pajarillos,
amorosas canciones repitiendo,
por juncos y tomillos,
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de vos me acuerdan, y yo estoy diciendo:
si esta gloria da el suelo,
¿ qué gloria será aquélla que da el cielo ?
Aquí estos arroyuelos,
girones de cristal en campoverde,
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me quitan mis desvelos
y son causa a que de vos me acuerde,
tal es el gran contento
que infunde al alma su sonoro acento.
Aquí silvestres flores
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el fugitivo tiempo aromatizan,
y de varios colores
aquesta vega humilde fertilizan.
Su belleza me asombra:
calle el tapete y berberisca alfombra.
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Pues conestos regalos,
con aquestos contentos y alegrías,
¡ bendito seas mil veces,
inmenso Dios que tanto bien me ofreces !
Aquí pienso seguirte
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ya que el mundo dejé para bien mío.
Aquí pienso servirte,
sin que jamás humano desvarío,
por más que abre la puerta
el mundo a sus engaños, me divierta.
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Quiero, Señor divino, pediros de rodillas humilmente
que en aqueste camino
siempre me conservéis piadosamente.
Ved que el hombre se hizo
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de barro, y de barro quebradizo.
Sale PEDRISCO con un haz de hierba. Pónese PAULO de rodillas y elévase
PEDRISCO:
Como si fuera borrico
vengo de yerba cargado,
de quien el monte está rico.
Si esto como,desdichado,
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triste fin me pronostico.
¡ Que he de comer hierba yo,
manjar que el cielo crió
para brutos animales !
Déme el cielo en tantos males
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paciencia. Cuando me echó
mi madre al mundo,decía"
"Mis ojos santo te vean,
Vase y sale PAULO
PAULO:
¡ Qué desventura !
Y, ¡ quédesgracia cierta, lastimosa !
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El sueño me venció, viva figura
--por lo menos imagen temorosa--
de la muerte crüel; y al fin rendido,
la devota oración puse en olvido.
Siguióse luego al sueño otro, de suerte,
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sin duda, que a mi Dios tengo enojado,
si no es que acaso el enemigo fuerte
haya aquesta ilusión representado.
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