novela
En vacaciones Como una tarde cualquiera en un pueblo con mucha naturaleza, mi hermano David y yo, luego del desayuno, salimos a explorar una playa lejos de nuestra casa . Estaplaya era muy linda era el lugar donde yo y mi hermano pasamos momentos inolvidables de risas, alegrías y tranquilidades las personas que con gusto llegan a visitar el mar se les nota sus miradas derelajación y de tranquilidad. Preferíamos esta caminata a cualquier cosa observando nuestro entorno y charlando de nuestra vida privada..
Llegados a la playa, y admirando toda la alegría y diversiónde la gente fuimos detenidos por una voz femenina que nos llamaba: -¡David! -¡Mario! Con la mano en alto, nos miraba nuestra querida amiga “Montse”. A su lado, una bellísima criatura un poco menor quenosotros irradiaba su angelical sonrisa una chica de ojos azules de nombre Isis. Ambas tomaban sol con mucha sensualidad, cubriendo apenas las piernas con una florida y enorme toalla de playa. Almirar hacia atrás, me invade el sentimiento de que algo inexorable, de ocultos significados, perceptibles quizá solo para los ojos del alma, se plasmaba para siempre. David y la joven Isis se miraron yquedaron extasiados, absortos el uno en los ojos del otro. Sin pronunciar palabra alguna, parecía que tenían mucho que decirse. No era una mirada fija, eran interrogantes y respuestas en sus enormessilencios. Como si después de buscarse desde lejanas épocas, o saber Dios si desde remotas galaxias, volvieran a encontrarse ahora. Ni Montse ni yo, que estábamos demasiado mudos y éramos testigos,tuvimos el valor para interrumpir esas impactantes miradas enamoradas de David y la chica hermosa. ¿Cuánto duró? No sabría decirlo. Bruscamente lo rompió un fornido y celoso joven, que entendí era elhermano de ella:
-¡Es hora de bañarse! ¡Ya es tarde, vámonos!
Ella, demudada, casi le imploraba:
-¡No! ¡Por favor, no! ¡Un rato, espérate, espérate!
Y nos miraba suplicante con la...
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