Novela
PROLOGO
11 De mayo de 1990
_ ¡Idiota!
_ ¡Basura!
_ ¡Muérete!
_ ¡No mereces vivir!
_ ¡Asquerosa!
Le Gritaban los chicos a su compañera después de clase, eso la hacía sentirse cada vez peor mientras que juntaba sus cosas apurada y con miedo de que la hagan algo malo. Después de muchas horas de sufrimiento, ya había terminado la clase.
_ ¡Ve al baño a masturbarte comosiempre haces!
Le grito la chica “popular del curso” lo cual la hizo sonrojar de la bronca que tenia y todos sus compañeros se empezaron a reír como si hubiera dicho el mejor chiste del mundo lo cual no lo era.
Entonces por miedo de que la mataran en ese momento, se fue corriendo de allí.
Había días peores para ella. Su mente recordaba fijamente cuando la escupieron, cuando le pegaron una piñaen el ojo, cuando la ignoraban, cuando la amenazaban, cuando le tiraban los pelos y muchas cosas más desagradables que tuvo que soportar. Pensar que algunas de esas cosas habían sido hace dos meses atrás pero a ella le quedaban como si hubiese sido hace solamente un día.
Los profesores sabían cómo maltrataban a esa niña pero no podían hacer nada. Bueno, ellos creían que no podían hacer nadapero lo que pasaba ahí, era que a nadie le importaba esa pobre chica desafortunada.
La niña entro a la biblioteca rápidamente para alejarse de todos los chicos y chicas que querían molestarla. En una mesita había una tijera filosa, entonces no pierdo ni un solo segundo más y se la guardo en el bolsillo, para sentirse segura.
Dejo sus libros en la mesa y se sentó esperando a que la bibliotecariallegara para que este a su lado con el fin de que le diera consejos ya que era la única que lo hacía.
No tenía amigas ni amigos, ningún conocido, se sentía sola allí, tenía a su madre lejos y tenía que soportar que sus compañeros que la molesten y le quieran pegar, sin que ella les haga nada. Ni tampoco podía hacerlo. Porque era una niña indefensa, ella contra todo el curso, era imposibledefenderse.
Aquellos días eran una eternidad y sobre todo porque sufría. Entonces trataba de comportarse mejor con el psicólogo para que la dejen salir de una vez y poder ir a su casa tranquila como hace unos años atrás. Pero las situaciones que la tenía en su cabeza la obligaron a que tenga que entrar al internado. Era su única solución.
Saco su mejor libro y se puso a leerlo. La biblioteca seencontraba vacía, solo estaba ella y su libro. Ni siquiera estaba su compañera pero tuvo las esperanzas que después de un rato pudiera volver, quizás se había ido a hacer “cosas” de su trabajo pensaba, para consolarse.
Pero todo el mundo se le acabo cuando vio ingresar a Anthony el director de donde se encontraba del internado Espada y Cruz.
Ese hombre era su miedo, ese hombre le hacia el mal másque sus compañeros, la hacía llorar, sufrir y odiar su miserable existencia. Cada vez que lo veía empezaba a entrar en pánico…
Anthony la vio allí, sentada y sola. Miro alrededor de la biblioteca para comprobar que no haya nadie atrás de ellos, porque eso lo perjudicaría de todas formas.
Se acerco y apoyo sus manos en sus hombros.
_Mi niña… Como siempre sola… ¿Nunca van a aceptarte tuscompañeros? Le susurro.
En ese momento ella estaba tensa, pensando todo lo que tenía que pasar cuando ese hombre estaba cerca de ella, ni estaba escuchando lo que aquel le decía.
_ ¿Me oyes? _Se acerco a su oído haciéndole dar un tremendo susto y escalofrió.
Pobre chica miserable, ni su madre se imaginaba lo que le estaba pasando en aquel maldito internado. O tal vez lo sabía pero no venía a buscarla.Lo único que pensaba era salir de allí, irse corriendo y no ver a esa desagradable persona que ahora estaba junto a ella. Lo odiaba con todo su ser y odiaba tener que mirarlo, e hablarle.
_Lo oigo… _Contesto con una voz suave y tímida.
El hombre dio una leve sonrisa y comenzó a acariciarle la cabeza con dulzura, pero esa mano se le iba para cualquier lugar que no tendría que tocar. Eso no...
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