NOVELA

CAPÍTULO VIII
El interior es oscuro y amplio, los asientos son cómodos, debo confesar que nunca había estado en un vehículo de éste tipo. Percibo por el movimiento de la carroza como avanzamosdejando atrás la gran muralla, intento ver algo del exterior pero grandes cortinas de un tono oscuro me lo impiden. Aunque el interior éste poco iluminado, logro apreciar esos grandes y potentes ojos, alparecer grises, que me miran fijamente desde el interior. Me gustaría ver a quién le pertenecen pero simplemente no puedo apartar la de vista de sus hipnotizantes ojos.
-Le agradezco el habermepermitido subir a la carroza- murmuro cuando al fin encuentro mi voz.
-Sin mi ayuda hubiera sido imposible- responde con un rastro de arrogancia y la mirada aún fija en mí. Debo decir que me molesta surespuesta y aún más el hecho de saber que tiene razón, si él no hubiera aparecido en ese momento, estaría caminando hacía mi casa sin esperanzas y totalmente deshecho.
-¿Usted conoce al señor Black?-pregunto tratando de deshacerme de éste silencio asfixiante.
-Podría decir que sí- contesta.
-¿Lo visita a menudo?- es inevitable el hecho de preguntar. Quiero saber más.
-Vivo aquí- responde conmolestia. Recapacito y me doy cuenta que estoy haciendo demasiadas preguntas para alguien que acabo de conocer, pero es por la misma razón que las preguntas fluyen aunque debería callarme, pero micuriosidad es más grande.
-¿Trabaja para él?- murmuro, como si de alguna manera no quisiera que me escuchase.
-¿Por qué me cuestiona de ésta manera señorita?- no capto alguna clase de molestia en suvoz, pareciera como si se estuviese divirtiendo.
Bajo la mirada porque me siento apenado y agradezco el oscuro interior que evita el ver que me encuentro sonrojado.
-¿Cuál es la razón de su visita aésta mansión?- además de captar su pregunta, a mi nariz llega un intenso olor a puro, supongo que está fumando.
-Yo…necesito un empleo- respondo con sinceridad.
-Podríamos contar ésta pequeña...