Noveno
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HABERMAS Y LA TEORÍA DISCURSIVA DE LA MORAL
O
cho años después de la aparición de su libro Con ciencia moral y acción comunicativa, lanza H a b e r m a s un nuevo estu dio sobre la ética discursiva, pu blicado en noviembre pasado por la editorial Suhrkamp, de Francfort. El libro, titulado Erlauterungen zur Diskursethik (Aclaraciones sobre la éticadiscursi va), reúne algunos ensayos pu blicados separadamente en dife rentes ocasiones, a g r e g a n d o además tres trabajos inéditos que son fruto de las discusiones sostenidas en los últimos años, tanto en Berkeley como en Francfort, donde Habermas ha tenido la oportunidad de con frontarse con las críticas de sus oponentes. Se trata, entonces, de u n a obra polémica, en el es tilo al que ya nostiene acostum brados el sexagenario pensador alemán. La discusión respecto al tipo de cultura individualista engen drada por ía modernidad ha provocado diferentes respuestas a partir de la ética filosófica. Unos reclaman el regreso a los valores tradicionales de la vida comunitaria como medio único para asegurar la felicidad del in dividuo en las sociedades mo dernas; otros, por el contrario,celebran el individualismo co mo el triunfo de la libertad so
bre todo tipo de metarrelatos. U n a tercera posición es la de aquellos que, fieles a la tradi ción kantiana, se aferran a un universalismo abstracto o de fienden la posibilidad de una fundamentación última de la ética. U n a propuesta ética de alternativa a estas tres posicio nes es justamente lo que preten de Habermas, con suteoría dis cursiva de la moral. Frente a los que llama neoaristotélicos, H a b e r m a s afirma que el recurso a la phrónesis no hace justicia a las estructuras pluralistas originadas por la modernidad. Ya no podemos replegarnos en u n a racionalidad de procedencia local basada en las intuiciones morales válidas en formas de vida concretas, pues esto implicaría u n retroce so con respecto a loscambios es tructurales operados en el inte rior de las sociedades moder nas. Hay que tomar en cuenta, nos dice H a b e r m a s , que la mo dernidad supone la emergencia de instituciones sociales y políti cas correspondientes a u n esta do posconvencional de la con ciencia colectiva; esto implica, a su vez, la existencia de u n nue vo tipo de socialización en el que los individuos aprenden aproblematizar discursivamente la validez de normas sociales que aparecen como incuestiona bles en el M u n d o de la Vida. De modo que cualquier intento de fundamentar las normas mo rales en el ámbito de la eticidad {Sittlichkeit) impide una toma de distancia crítica frente al orden establecido y representa, por ello, u n a afirmación del statu quo. En este sentido, las "éticas
del b i e n "se hallan frecuente mente asociadas con posiciones políticas de carácter conserva dor. Lo que se busca no es, en tonces, u n a ética que, en la tra dición aristotélica, se ocupe de responder a la pregunta " ¿ e n qué consiste la vida b u e n a ? " , puesto que la razón práctica es reducida aquí al nivel de una prudentia que se mueve siempre en el horizonte de las prácticas tradicionalmentereconocidas. Lo que H a b e r m a s propone es colocar el acento, no en la pre gunta por la felicidad, sino en la pregunta por la justicia, ya que el desarrollo de la subjetividad se constituye dentro de u n a co munidad de comunicación y, por lo tanto, la felicidad indivi dual implica necesariamente la solidaridad. Esta propuesta se encuadra en el proyecto que anima la totalidad de la obrahabermasiaria: mostrar que la modernidad, no sólo ha signifi cado el despliegue de la raciona lidad instrumental, sino que también abre la posibilidad de ía construcción de u n a sociedad justa, capaz de reconciliar los intereses particulares con los ge nerales. U n a teoría moral que aspire a asumir críticamente el carác ter pluralista de la cultura mo derna deberá abandonar, en tonces, la...
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