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Entretanto, lo educan con rigor. La educación, en los primeros grados, se limita al presente: que Blas comprenda elmétodo de la ciencia y se familiarice con el uso de los aparatos de comunicación. Después, en los grados intermedios, será una educación para el futuro: que descubra, que invente. La educación en el conocimiento del pasado todavía no es materia para su clase Alfa: como mucho le cuentan una que otra anécdota de la historia de la tecnología. Está en penitencia. Su tutor lo ha encerrado para que no sedistraiga y termine el deber de una vez. Blas sigue con la vista una nube que pasa. Ha aparecido por la derecha de su ventana y muy airosa se dirige hacia la izquierda. Quizás es la misma nube que otro niño, antes que él naciera, siguió con la vista en una mañana como esta y al seguirla pensaba en un niño de una época anterior que también la miró y en tanto la miraba creía recordar a otro niño queen otra vida... Y la nube ha desaparecido. Ganas de estudiar, Blas no tiene. Abre su cartera y saca, no el dispositivo calculador, sino un juguete. Es un cassette.
Empieza a ver una aventura de cosmonautas. Cambia y se pone a escuchar un concierto de música estocástica[i]. Mientras ve y oye, la imaginación se le escapa hacia aquellas gentes primitivas del siglo XX a las que justamenteayer se refirió el tutor en un momento de distracción. ¡Cómo se habrán aburrido sin ese cassette!
-Allá, en los comienzos de la revolución tecnológica -había comentado el tutor- los pasatiempos se sucedían como lentos caracoles. Un pasatiempo cada cincuenta años: de la pianola a la grabadora, de la radio a la televisión, del cine mudo y monocromo al cine parlante y policromo. ¡Pobres! ¡Sineste cassette como se habrán aburrido!...
Blas en su vertiginoso siglo XXII, tiene a su alcance miles de entretenimientos. Su vida no transcurre en una ciudad sino en el centro del universo. El cassette admite los más remotos sonidos e imágenes; transmite desde satélites que viajan por el sistema solar; emite cuerpos en relieve; permite que él converse, viéndose las caras con un colono deMarte; remite sus preguntas a una máquina computadora cuya memoria almacena datos fonéticamente articulados y él oye las respuestas (voces, voces, voces, nada más que voces, pues en el año 2132 el lenguaje es únicamente oral: las informaciones importantes se difunden mediante fotografías, diagramas, guiños eléctricos, signos matemáticos). En vez de terminar el deber Blas juega con el cassette. Esun paralelepípedo de 20 x 12 x 3 que, no obstante su pequeñez, le ofrece un variadísimo repertorio de diversiones. Sí, pero él se aburre. Esas diversiones ya están programadas. Un gobierno de tecnócratas resuelve qué es lo que debe ver y oír. Blas da vueltas el cassette entre las manos. Lo enciende, lo apaga. ¡Ah, podrán presentarle cosas para que él piense así 0 asá! Ahora, por la derecha de laventana, reaparece la nube. No es nube, es él, él mismo que anda por el aire. En todo caso, es alguien como él. De pronto, a Blas se le iluminan los ojos: -¿No sería posible —se dice mejorar este cassette—, hacerlo más simple, más cómodo, más personal, más íntimo, más libre, sobre todo más libre? Un cassette también portátil, pero que no dependa de ninguna energía microelectrónica: que funcionesin necesidad de oprimir botones; que se encienda apenas se lo toque con la mirada y se apague en cuanto se le quite la vista de encima; que permita seleccionar cualquier tema y seguir su desarrollo hacia delante, hacia atrás repitiendo un pasaje agradable o saltándose uno fastidioso.... Todo esto sin molestar a nadie, aunque se esté rodeado de muchas personas, pues nadie, sino quien use tal...
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