Nuestra Casa

Por: Samuel E. Banderas Dorantes

Comete un error capital aquel que crea que nuestra universidad es una especie aparte de las otras universidades. Es una herida mortal para nuestra institución, si se mal entiende una sana diferencia (de origen) como una carta abierta para ir contra corriente.
La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), nace con muchas singularidades que dan pauta a sanasdiferencias con otras universidades. En el momento histórico de la creación de nuestra casa de estudios, la Universidad Nacional estaba seriamente herida, resentía el desgaste político (al exterior) y orgánico; no sólo era Barros Sierra y el 68, era también Gómez Morín y el año 1933.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN), debe su nacimiento a la rebeldía de quien Nemesio García Naranjorefiriera en 1935 como “Abogado de la Cultura Nacional”, es decir a don Manuel Gómez Morín; pero también a la ola inmensa de estudiantes, maestros, padres de familia, egresados y todo civil que contribuyo a la justa por la autonomía de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La UAM tiene origen en una causa más negra, “Tlatelolco 68” lo llamó el poeta; es sinónimo de represión política, la razóndel estudiantado universitario es un reclamo contra un sistema político para unos, económico para otros; de suyo social, en el fondo educativo: todos al mismo tiempo.
“La metralla del Orden y la Justicia Social” que invocará Sabines fue también la argamasa de la UAM. El Estado del partido casi único debía pagar una deuda de rechazo social, pero también debía prevenir una insurrección futura. Siel IPN nace para restar importancia a la UNAM, nuestra universidad nace como una flor en el sepulcro una generación pasada a sangre y fuego, la generación del 68; que también es la de 1971.
La UAM es nutrida en su fundación al igual que el IPN con parte del capital intelectual del exilio de las dictaduras que asolaron el siglo XX. Es posible advertir las sanas diferencias declaradas por lasgrandes universidades del país en sus “actas constitutivas”, si son comparadas la UNAM, el IPN y la UAM, se perciben claramente. Es muy sintomático leer sus leyes orgánicas, son casi una radiografía social, una declaración aspiracional distinta para instituciones de educación superior. El IPN no comparte la autonomía como característica, proviene de una época en la que el colectivismo enarboló losdiscursos públicos; pese a eso, tiene forma de universidad.
Las universidades son creaciones humanas destinadas a perpetuar en el tiempo. El hombre transmite parte de su esencia a todas sus creaciones. No es extraño que las instituciones creadas por el hombre, entrañen, igual que su creador, vicios, virtudes, fortalezas, debilidades y, otro cumulo de atribuciones humanas. Ésta característicahumanizante es la base de las diferencias instituidas y declaradas en la constitución de estas universidades.
La educación superior como sistema y aun las universidades como institución han sufrido momentos refundacionales en la medida en que se reconstruye el espíritu o se redefine “el hombre” –por lo menos el hombre con poder para hacerlo–; por ello no es posible considerar a la UNAM comocontinuación, ni como heredera de la Real y Pontificia Universidad de México, aunque posee algunos inmuebles de aquella.
Las universidades satisfacen una necesidad y son una necesidad en sí misma. La necesidad que satisfacen es la educación, la formación de cuadros profesionales capaces de afrontar la realidad y satisfacer necesidades en la producción de satisfactores humanos, así también, capaces deaportar al desarrollo de las ciencias, las artes y la tecnología. Son una necesidad en sí misma, porque una sociedad complejizada que se respete, debe construir un andamiaje institucional que le permita replicarse como sociedad y expandirse en las ciencias, las artes y la tecnología; la vía natural es instituir universidades.
En un primer momento la educación fue toda pública, sea porque las...