Nuestro cerebro necesita al corazón para pensar.

Nuestro cerebro necesita al corazón para pensar
Trabajé por muchos años en una compañía internacional. En una oportunidad se contrató un asesor quien nos realizó una serie de testspara determinar nuestro estilo de liderazgo. Utilizando la matriz de la Universidad de Ohio, nos presentaron los diferentes estilos y cuales eran los cuadrantes más utilizado por cada uno de los 5gerentes del comité de dirección. Esta matriz se basa en los estilos de "preocupación por la gente" y "preocupación por los resultados". En mi caso, era el ejecutivo más orientado hacia la gente. Todosmis otros pares presentaron perfiles más enfocados a la producción.
El asesor aclaró que aunque un gerente tenga un cuadrante preferido, en donde más se posiciona, normalmente se va moviendo por losotros, dependiendo de las circunstancias. También explicó que era útil e importante que los grupos de trabajo estuviesen conformados con miembros de diferentes orientaciones. A pesar de laaclaratoria, mis colegas se sentían muy satisfechos con sus diagnósticos de gerentes orientados a los resultados, creyendo estar en el "estilo correcto". Para ellos mi personal debía manejarse con más manodura, como ellos hacían con los suyos, sin dejarse llevar por las emociones. Nunca le di mayor relevancia al juicio de mis colegas.

El pasado 06 de enero salió publicado en la sección de psicología deldiario español El País, un interesante artículo, que me llegó gracias a mi amigo, el psiquiatra Dr. José Orellana.

En la reseña, firmada por Jenny Moix Queraltó, nos preguntan si alguna vez hemosescuchado a alguien decir: “Soy una persona lógica, sé dejar las emociones a un lado y analizar las situaciones objetivamente”.
A Joseph LeDoux, uno de los más prestigiosos neurocientíficosactuales, le parecería muy gracioso esa afirmación, que lleva implícito el considerar la razón y la emoción como dos entidades totalmente separadas que se pueden activar o desactivar a voluntad. Algo muy...