Nuevas teorías y enfoques conceptuales sobre el desarrollo regional: ¿hacia un nuevo paradigma?
CONCEPTUALES SOBRE EL
DESARROLLO REGIONAL: ¿HACIA
UN NUEVO PARADIGMA?
Édgard Moncayo Jiménez*
INTRODUCCIÓN
En el marco de un proceso de globalización de carácter incompleto y asimétrico que abre algunas opciones de desarrollo pero restringe y hasta anula otras, el desempeño de las economías latinoamericanas de la década de los 90 fue francamentedecepcionante.
Por esta razón la sabiduría de las reformas estructurales inspiradas en el Consenso de Washington (liberalización,apertura,desregulación y privatización) ha comenzado a ser severamente cuestionada (Gore, 2000). Si bien hubo ciertos avances en la reducción de la inflación y los desequilibrios fiscales y en el incremento de las exportaciones y la IED (inversión extranjera directa), elprogreso ha sido frustrante en materia de crecimiento económico, productividad, sostenibilidad y vulnerabilidad externa. A pesar de la recuperación económica y del nivel de las tasas de inversión en relación con los ínfimos registros de la “década perdida”, los ritmos de expansión económica son apenas modestos cuando se comparan con los correspondientes a los tres decenios anteriores a la crisis dela deuda (CEPAL, 2001).
En efecto,en los años 90 el crecimiento fue del 3,2% vs. un prome- dio del 5,5% por año entre 1950 y 1980; la productividad total de los
factores antes que aumentar disminuyó en la mayoría de los países, y
en consecuencia la pobreza y las tensiones distributivas se agudizaron.
Para completar este panorama, ya de por sí desalentador, hay que
anotar que AméricaLatina ocupa como región uno de los últimos
lugares en competitividad en el contexto mundial.
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NUEVAS TEORÍAS Y ENFOQUES CONCEPTUALES SOBRE EL DESARROLLO REGIONAL.
La modificación de estas tendencias exige, no más de lo mismo
(profundización de las reformas y reformas de segunda y tercera ge-
neración), como pretenden algunos, sino unas nuevas visiones del
desarrollo conrenovados enfoques y distintos énfasis.
Uno de los elementos más característicos de la agenda emergente
es el reconocimiento de que el desarrollo tiene objetivos más amplios
que el mero crecimiento o la estabilidad macroeconómica.
Los enfoques del desarrollo humano,del desarrollo sostenible,de
la competitividad sistémica y la economía neoinstitucional son valio-
sos aportes a unaperspectiva del desarrollo que,en últimas –siguien-
do a Heilbroner y Milberg (1998)–, apunta a un pensamiento econó-
mico que explicite sus vínculos indisolubles con el orden social
subyacente.Además,en el ejercicio de una recién adquirida modestia
y capacidad de autocrítica y de una relativización de la posición del
sistema económico en el conjunto de la estructura social, losecono-
mistas están reconociendo que si bien el desarrollo es posible, está
lejos de ser inevitable e incluso puede ser un proceso reversible (Sen,
1994).
En el contexto de esta renovación del pensamiento económico hay
que situar por fuerza los aportes de la Nueva Geografía Económica .
1
Así como elaboraron una teoría económica en la que no había
mucho lugar para lasinstituciones y la política, los economistas
neoclásicos no prestaron una atención directa a los factores relativos
al espacio y la geografía. En la llanura homogénea,sin montañas, sin
costas y sin ríos del marco neoclásico,los aspectos atinentes a la loca-
lización espacial de la actividad productiva no eran elementos cen-
trales en el análisis del crecimiento y la acumulación del capital.El vacío está siendo llenado por las contribuciones de la Nueva
Geografía Económica que en esencia se proponen contestar, con un
instrumental analítico renovado, una vieja pregunta de la economía
espacial: ¿por qué unas regiones atraen más actividad productiva y
población que otras? Al efecto se hacen intervenir factores como la
localización geográfica, la distancia a las costas...
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