Nueve Nocturnos De Gustavo Alatorre
para que duerma Lesbia
Gustavo Alatorre
Gustavo Alatorre
poesía
1
Antes que el día, la claridad del relámpago.
La voluntad nocturna de lo aparecido. Pues el
relámpago –a la manera de Lavater– no viene
sino que está ahí; no se va, sino que ya no está:
iluminación.
Gustavo Alatorre es poeta y
ensayista. Maestro en Letras
por la UNAM. Autor de
Guardar el infierno (poesía)
y ElDerrumbe Amoroso.
Apuntes sobre la poética
de El turno del aullante de
Max Rojas (ensayo). Su obra
ha merecido la distinción
en el Premio Universitario
de Poesía Décima Muerte,
convocado por la UNAM
en sus emisiones 2007 y 2011; así como Los Juegos
Florales Universitarios convocados por la Universidad
Autónoma de San Luis Potosí en 2008.
Nueve Nocturnos
para que duerma Lesbia
Nueve nocturnospara que duerma Lesbia
D. R. Gustavo Alatorre, 2014.
De esta edición:
D. R. Fá Editorial, 2014
Editor responsable: Ovidio Ríos
fa.directorgeneral@gmail.com
faeditorial.blogspot.mx
Contacto: 55.21.33.70.03
Primera edición: noviembre de 2014
Portada:
Lesbia and her Sparrow
Sir Edward John Poynter
tor y editor agradecen su preferencia.
mpre y cuando se cite la fuente. El au
Impreso en México
dereproducirse por cualquier medio sie
El contenido de esta obra creativa pue
Nueve Nocturnos
para que duerma Lesbia
Gustavo Alatorre
No ha nacido el amor todavía; pero un germen perjuicioso
ha ocupado ya su embrión, y crecerá con él, y más que él,
y morirá solamente después de haber aniquilado
el mismo amor, y la capacidad de amor encerrada
en el hombre que habrá de padecerlo.
Rubén BonifazNuño para Cármenes de Catulo
Después de este poema, todo ha de ser amargura en los cantos
de amor de Catulo.
...otra vez Rubén.
Antes que el día, la claridad del
relámpago. La voluntad nocturna de
lo aparecido. Pues el relámpago –a la
manera de Lavater– no viene sino que
está ahí; no se va, sino que ya no está:
iluminación
I. Libro primero
1
Y bajaré borracho al jardín de tus ojos
comoun escapista de la muerte nocturno.
Seremos los besos que se comieron el viento,
la flor de ese campo solar que es tu risa cuando saludas sencilla
como una mariposa en el sepulcro del aire.
Para ti
esta ciudad desgastada entre los tulipanes blancos,
el corazón de la tarde como una cantina oscura,
la llovizna de plata de tu rostro de cielo.
Tu reino es el de los ángeles que llegan dorados a lanoche,
con el carisma de la cerveza y la prontitud de las vías.
Veloz eres para el que vuela en el sueño
de los aburrimientos, ligera y ardiente
cuando la lluvia nos pega a las esquinas
y es la luz de una lámpara el corazón del milagro.
No te dejo ahora ni neblinas ni tristezas, ni racimos de tigres
ni sepultadas flores, que si he de querer amarte,
han de quemarme hoy mismo las estrellas.
2
Ahoradigo su nombre y una cantina me embiste
con la lujuria de una muchacha del aire curiosa.
Ella coloca su piedra en Babilonia y me construye
con otra en Sodoma un templo para rezarle callado,
al oído, sobre una espalda más tersa que la bruma
de los campos Elíseos. Golpeado por el relámpago suyo,
sin más visión que su risa girando alrededor
de la cama como alabastro de qué neón traído
de afuera dondela lluvia ha redimido al potro.
Ahora digo su nombre y me purifico sin más héroe
que el canalla de sus torpezas niñas, de sus
vocablos como de humo elevándose entre el hostal.
Ahora mismo me cierro los ojos para pensarla vestida,
para mirarla entrar o recargarse en la ventana o
salir sobre la danza de sus zapatos bellos
como la silenciosa que fue, blanca
entre las cantinas de una ciudad oscura.Ella coloca su lengua en Babilonia y me invita,
con otra en Sodoma, para rezarle callado.
18
Nueve nocturnos para que duerma Lesbia
3
(Tango, brevísimo...)
Cómo quitarla de mis ojos si ella conoce al viento,
si ella misma es el lamento del bandoneón callado en el arrabal.
Cómo seducirla con este labio mortal, con esta lengua
que le versara el reino de su belleza pagana,
la soledad tirana de...
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