Nuevo Documento De Microsoft Office Word
El resto de su existencia transcurre en nuestro país, primero como conviviente de Pedro de Valdivia y finalmente como cónyuge de Rodrigo de Quiroga. No tuvo hijos y recibió como propia a Isabel, la hija de don Rodrigo de Quiroga.
Interesante resulta la descripción delos tormentos sufridos por la expedición de Valdivia por el desierto chileno, haciéndonos recordar un poco lo ocurrido con las tropas chilenas durante la Guerra del Pacifico. También son atractivas las descripciones que anteceden a la fundación de Santiago, los resquemores y rencillas de los españoles entre sí, el ansia frenética por conseguir oro, la bestialidad de sus costumbres, las ansias depoder, etc.
Reflejo, sin duda, de un rasgo ancestral del ser humano y que la civilización no ha podido, después de 20 siglos, pulir.
El relato por momentos corre a parejas con la crónica y solamente algunos diálogos nos vuelven a la realidad de la novela.
Acertados los dibujos de las personas: trazos rápidos, nerviosos, sin enrevesamientos, prestos a fijar la idea y no entorpecer el camino. Llamala atención el enfoque erótico de la autora en ciertos pasajes del texto. Ciertamente de erótico hay una buena proporción, pero lo que más resalta, y ahí existe un merito, es la caracterización de los impulsos sexuales de los soldados, de hombres que pasaron gran tiempo sin mujeres o que copularon con las indígenas, dando comienzo a una nueva raza.
La muestra de esos impulsos no beneficia, porcierto, a la civilización cristiana, en este caso, a los españoles y frailes, sino más bien lo contrario. Hay mucho de animalidad en sus actuaciones, como reflejo de la época. Pero ello sirve también para retratar la verdadera calaña de quienes descubrieron y conquistaron la tierra americana, porque no tan sóloviolaciones hay en su bitácora, sinoasesinatos por doquier, rapiña, asolamientos dealdeas yalimentos.
Muestras de aguda crueldad que actualmente se ha develado, abriendo las puertas sobre un espectáculo que no deja dudas sobrelas injusticias y barbaries que cometieron los “civilizados” españoles juntos a los no menos“instruidos” frailes cristianos.
Pero no las tuvieron todas consigo los conquistadores.
En el capitulo Los Años Trágicos hay una muestra fehaciente de las pellejerías queles tocó vivir. Realmente fueron tiempos trágicos. En ese sentido, la pluma de Isabel Allende capta acertadamente la atmósfera de aquellas vivencias y relata con acierto los momentos bélicos y grises de la etapa. Nos hizo recordar las penurias de los españoles en Puerto de Hambre de Reinaldo Lomboy, aunque aquel es superior en el detalle de los padecimientos.
La epopeya de Lautaro y la muerte dePedro de Valdivia constituyen el meollo del capitulo La Guerra de Chile. Junto con Los Años Trágicos, es el relato que más cautiva por su emoción y suspenso. Si bien la ficción vuela alto, no hay dudas que el relato muestra con atino las acciones bélicas en que se vio envuelto tanto el gobernador español como Lautaro, el niño que llegó pequeño a Santiago, se convirtió en caballerizo de Valdivia,...
Regístrate para leer el documento completo.