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(Yagán)
El Yamana, imposible de integrase, "se vuelva
con delicia a su casa, a su vida independiente y
de vagabundeo"
(Hyades).
Eran los fueguinos lo mas bajos de estatura, de
1,44 a 1,64m, de tronco, hombros y brazos muy
desarrollados frente a sus enclenques piernas.
Tampoco estaban acostumbrado a caminar que en la tierra se tenían siempre sobre una pierna, luego
cambiando por la otra, torpes, sin poder
mantenerse quietos, caminando inclinados hacia
delante, incómodos, inquietos.
Usaban arpón, lanza y honda, esa con una
destreza tremenda. No usaban el arco.
Dice Lucas E.Briges :
"Para cazar pájaros y pescar, los yaganes usaban arpones de
punta de hueso, a veces de mas de treinta centímetros de largo, con muchas barbas. Para despegar mariscos, lapas y a veces para buscar cangrejos, usaban arpones de
madera de cuatro puntas firmemente unidas a la vara. Pero para cazar mayor
utilizaban un gran arpón de hueso de cuarenta centímetros de longitud, provisto de
una enorme púa y fijado en una ranura, medio suelta, en el extremo de una sólida
caña de unos cinco metros de largo, bien pulida y terminada en punta. Al arpón estaba atada una correa firmemente sujeta a la caña a la altura del tercio de su largo,
del lado de la púa, de manera que cuando el arma entraba en el cuerpo de la foca, de
la marsopa y alguna vez en el de una ballena diminuta, y el animal se lancía mas
adelante, la caña se soltaba y, arrastrada por la correa, giraba formando ángulo casi recto con la dirección en que nadaba la víctima, cuya velocidad, por consiguiente, se
reducía mucho y permitía al perseguidor alcanzar en su canoa al exhausto animal y
atravesarlo con otros lanzazos que ponían fin a la lucha."
"Las mujeres tenia métodos propios para pescar. Usaban sedales hechos con sus
propios cabellos trenzados ; cerca de la carnada ataban a la caña una piedra
perfectamente redondeada con una pequeña ranura hecha ex profeso para sujetar la línea. La canoa, sólidamente amarrada a una mata de algas, tenía una borda al nivel
del agua, sobre cual las mujeres tendían sus cañas. Usaban como carnada colas de
pececillos, y una vez engullida por la infortunada víctima, la caña era recogida sin
sacudidas. Inconsciente del peligro y sin querer abandonar su alimento, el pez se prendía en el, y en cuanto estaba a algunos centímetros de la superficie la diestra
mano de la pescadora lo agarraba y lo depositaba en la cesta destinada a ese objeto.
[...] Para pescar peces como el pejerrey y el robalo tenían otro sistema ... "
Las conchas mas que comida también les servían para hacer
herramienta.
A pesar de que ninguno de los pueblos fueguinos ha practicado
alfarería, ni tejidos, los yamanas eran los mejores cesteros. Los yamanas, como los alakalufs, mantenían permanentemente un
fuego en su canoa (sobre un poco de arena). Si se apagaba el fuego,
el riesgo era de una muerte por el frío. Hacer el fuego era una de las
primeras tareas que hacían cuando en tierra.
Cuenta Lucas Bridges :
"Los fueguinos cumplían muy estrictamente
ciertas practicas sociales y, aunque el robo y la mentira eran moneda corriente, se consideraba como una ofensa mortal culpar a
alguien de mentiroso, ladrón o asesino."
Cuando una mujer da a luz una niña, al día siguiente, aun en los mas
riguroso del invierno, toma a la neonata sobre sus espaldas y con ella
entra en el agua, sumergiéndose hasta el cuello.
Como las mujeres alakalufes, solo las mujeres yamana saben nadar,
y manejan la canoa.
Dice Lucas E.Briges : "... vivían a menudo en lugares donde en una
extensión de muchos kilómetros no se encontraba una playa en que
fuera posible botar sus canoas al mar. Debían, por conseguir anclarlas, fuera de las
rocas en el lugar mas amparado que pudiesen encontrar. Esta maniobra la realizaban
las mujeres. Después de descargar la canoa y de que el hombre se hubiese internado ...
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