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Ella se bajó lo más rápido posible para que él no tuviera que ayudarla. Aúnestaba fría, con la respiración cortada, así era como la ponía él: nerviosa, como si fueras desierto y te hallaras con algo de agua.
¿Estás bien? -atinó a decir Matt.
Ella asintió, aunque sabía queno lo estaba, nada estaba bien.
¿Te gustaría ir a ver el lago? Podemos conversar, si quieres -le dijo él como si quisiera calmarla.
Ella volvió a asentir.
Los ojos de Melissa brillaban más a laluz de la luna. En realidad no era lo que Matt había esperado, era mucho mejor. Quizá no era una súper modelo sacada de la revista Style, pero ella era... Ella, y nada parecía ser mejor para Matt.Quien trató de tomar su mano de nuevo, pero esta vez ella no lo dejó.
LLlegaron a un bonito lago, que parecía verse mejor de noche, iluminado por una luz blanca. Era la noche perfecta, el sonidoproducido por el aire parecía ser más ameno, la luz de la luna más brillante, y el lago casi cobraba vida. También estaba ella, aunque parecía triste, cansada.
Ven -le dijo Matt mirándola a los ojos-,podemos sentarnos en esta banca. De inmediato, se sentó, y trató de atraerla hacia él.
Después de unos segundos de silencio, ella se sentó a su lado.
Él sólo se dedicaba a observarla. Ella quería quetodo acabara pronto.
Pasaron unos minutos en silencio, hasta que Matt decidió hablar.
¿Sabes? -tomó a Melissa por el hombro para que ella volteara a mirarlo- eres mejor de lo que había pensado. Alprincipio si tenía nervios, te lo confieso, pero cuando te asomaste por esa puerta, supe que siempre tuve la razón.
Ella no dijo nada. Sólo se dedicaba a mirarlo, no a los ojos, pero si a su cara.
Séque te sientes mal, justo ahora ¿te gustaría decirme porque?
Sinceramente, ella no sabía que decirle. ¿Debía decirle que ella era un desastre? ¿Que quería irse? ¿o acaso debía decirle que no la...
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