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Los sistemas de Tecnología de la Información (TI) que gestionan el abastecimiento de información empresarial aportan un valorextraordinario pero implican también una vulnerabilidad: si se produce una interrupción en el acceso a los datos cruciales, la empresa sufrirá las consecuencias.
Un fallo en los sistemas de TI puede acarrear,como mínimo, elevados costes por la pérdida de ingresos, la reducción de la productividad y problemas jurídicos. Y, en un caso extremo, una interrupción duradera del servicio puede poner en peligro lapropia existencia de la empresa. Según Gartner Group, “dos de cada cinco empresas que sufren un desastre quiebran en un plazo de cinco años.” (Gartner, Disaster Recovery Plans and Systems areEssential, Robert Witty, Donna Scott).
Figura 1. La continuidad de los negocios va más allá de la recuperación de la tecnología.
No es difícil imaginar las situaciones que podrían paralizar laestructura informática de una empresa. Ya sea como consecuencia de un fallo en la red de alimentación, un atentado terrorista, una inundación o cualquier otra catástrofe natural, las empresas de todo el mundocuentan con ejemplos muy recientes que confirman la importancia de una planificación ante desastres. Por muy inverosímil que pueda parecer, hoy en día todas las empresas deben tener presente laprobabilidad de un fallo total de sus sistemas de TI en un futuro.
La anticipación de estos sucesos y la planificación de los procesos necesarios para contrarrestar su impacto es hoy en día un requisitoimprescindible para el éxito de una empresa.
La preparación de una estrategia de cara a lo inesperado es de lo que se ocupa la planificación de la continuidad de los negocios (Business...
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