Nuevos Movimientos Eclesiales


Sobre los Nuevos Movimientos Eclesiales

Marcado por una experiencia personal y pastoral
El 15 de Mayo de 1977 el cardenal Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, inauguraba en el enorme complejo residencial de Nowa Huta, la Iglesia del Arca. Durante más de 18 años, el estado comunista había mantenido una lucha soterrada con la iglesia para evitar que en aquel enorme barrio, modelo de futuraciudad obrera comunista se edificará un templo religioso. Sin embargo, los vecinos católicos apoyados por su arzobispo habían terminado ganando la batalla. En el sermón de inauguración del templo, Wojtyla dijo: “Ésta no es una ciudad de gentes que no pertenecen a nadie, de gentes a quienes uno puede hacer cuanto quiera, que puedan ser manipuladas de acuerdo con las leyes de la producción y el consumo.Esta es una ciudad de la prole de Dios... Este templo era necesario para poder expresarlo así, para hacer hincapié en ello...”
Esta experiencia y otras muchas, llevaron al Papa Juan Pablo II a convencerse de que la nueva evangelización –tan necesaria- sería llevada a cabo por los laicos, o no se haría.
En su Polonia natal, donde la Iglesia subsistía a pesar del silencio impuesto por el régimencomunista, su labor fue apoyada por grupos de laicos y laicas con una clara y fuerte identidad cristiana. Tras ser elegido Papa busca en Europa Occidental grupos y movimientos laicales con una clara y explícita identidad cristiana para llevar a cabo la denominada por él “Nueva Evangelización”. Y así, al poco de iniciar su pontificado nombra portavoz del Vaticano a Joaquín Navarro Vals, miembro delOpus Dei. Más adelante concede a este instituto católico la Prelatura personal.

Se oficializa la relación del Papa con los Nuevos Movimientos Eclesiales
El día de Pentecostés de 1998 Juan Pablo II celebra un encuentro público con Kiko Argüello, Chiara Lubich, Luigi Giussani, Patti Mansfield, Marcel Maciel, Andrea Riccardi y Joaquín Allende; que son en ese momento los líderes o fundadores desiete importantes movimientos eclesiales (Camino Neocatecumenal; Focolares; Comunión y Liberación; Renovación Carismática Católica; Legionarios de Cristo; Comunidad de San Egidio y Movimiento Apostólico de Schoenstatt, respectivamente). A partir de este encuentro el apoyo del Vaticano a los llamados Nuevos Movimientos Eclesiales (N.M.E.) se hace más palpable.

En 1995, Mons. Cordes, Vicepresidentedel Pontificio Consejo para los laicos y encargado “ad personam” de acompañar al “Camino Neocatecumenal” y a la “Renovación Carismática”, subraya una característica como claves para cada uno de los siguientes cuatro Nuevos Movimientos: En la “Renovación Carismática” su origen transcendente y la gratuidad de los dones de Dios; en el caso del “Camino Neocatecumenal” la conversión como realizaciónexistencial del bautismo; en los “Focolares” la comunitariedad apoyada en el amor; en “Comunión y Liberación” el encuentro con Jesucristo que funda una compañía y una comunión que libera y que se expande. Cada agrupación posee –por tanto- una novedad carismática, un “toque” distintivo.

Algunas características comunes de los N.M.E.
Sin embargo, los Nuevos Movimientos hasta ahora enumerados presentancinco características comunes:
1. Han surgido en torno al acontecimiento del Concilio Vaticano II,

2. Agrupan a cristianos laicos, religiosos y presbíteros, hallando cada uno ánimo y fortalecimiento en su propia vocación. Participan varones y mujeres, jóvenes y adultos, de diverso origen y localización social, cultural, profesional... Aunque promueven obras de carácter social, académico,cultural... no se consideran nacidos específicamente para estos fines.

3. Su centro de atención está en lo fundamental del cristianismo, en lo común a todos los fieles, en lo compartido por unos y otros según las modalidades que cada uno irá descubriendo desde su familia, trabajo, estado de vida, etc. En este sentido podemos afirmar que los N.M.E. se sitúan en el plano de la fe y de la conversión, del...