Nuevos Pobres
Cuando Europa occidental se comenzó a industrializar, se tenía la idea de erradicar la pobreza, llamando a la gente a las fábricas, y generar la paz social conla llamada “ética del trabajo”, pero en realidad resultó ser todo lo contrario, pues se transformó rápidamente en un dogma para entrenar y disciplinar al trabajador, para volverlos obedientes. Esta ética parte de dos premisas principales: la idea de dar para recibir y de siempre buscar más, “Si se quiere conseguir lo necesario para vivir y ser feliz, hay que hacer algo que los demás considerenvalioso, digno de un pago”. Nada es gratis, por eso nos dicen que tenemos que prostituir nuestro cuerpo, realizando algo que resulte atractivo y beneficioso para otra persona, con el fin de obtener algo a cambio y, al recompensarnos por nuestro trabajo, provoca que la idea de dar para recibir penetre más hondo en nuestro ser; pero no basta con recibir lo suficiente para existir adecuadamente, sinoque “está mal, que es necio y moralmente dañino conformarse con lo ya conseguido y quedarse con menos en lugar de más”, siempre nos dicen: no seas holgazán, ¡trabaja!, ¿Por qué? Porque una persona que no cumple con una tarea es mal vista por la sociedad, “trabajar es bueno, no hacerlo es malo”, pensamos que nuestro estado natural es trabajar: nacemos con el único fin de volvernos obreros, esclavosde un sistema imperialista que te obliga a consumir más y más, quitándote todo rastro de humanidad, volviéndonos esclavos de lo material y mundano. Se implanta en nuestras mentes un egoísmo patético en donde no nos tiene que importar los demás, sino que siempre debemos velar por nuestro bien y punto. Sinceramente, este mundo se ha vuelto una porquería, y si la tierra tuviera conciencia propia,estaría muy arrepentida de haber propiciado la aparición de un ser tan destructivo como el humano.
La despreciable ética del trabajo le sirvió a capataces y políticos para obligar a la gente a trabajar en las fábricas; se convierte en el principio del buen rendimiento y de disciplina, pretendiendo que el artesano realizara lo mismo que en su taller, pero imponiéndole reglas y periodos, provocandoque el obrero no viera los resultados de su trabajo, haciéndolo automáticamente, sin libertad de pensamiento ni creatividad. Esta ética impone el control y la subordinación, promoviendo el crecimiento por el crecimiento mismo. Simplemente porque algo se puede hacer, se hace, ya no se mira si es útil o no, si trae consigo beneficios o consecuencias, con el simple motivo de que nuestro “intelecto”sea tan grande como para realizarlo, es más que suficiente. Por eso vemos hoy en día numerosos aparatos que no aportan nada a la humanidad realmente, como el Gran Colisionador de Hadrones. Todo este ingenio nos ha dado la idea de que somos dueños del mundo y que debemos de dominar la naturaleza sin pensar que no somos los únicos que habitamos este planeta. Como siempre, el pensamiento errante del...
Regístrate para leer el documento completo.