Nutriologa
Basado en la evidencia de la investigación, se reconoce que el ejercicio tiene un gran impacto en los factores de riesgo de comorbilidades y como parte del tratamiento integral de los trastornos que comprende el síndrome metabólico y por ende provoca un amplio beneficio en la salud pública.
Los fundamentos científicos por los que elejercicio es una herramienta eficaz en el tratamiento deben ser reconocidos con la interacción de poder establecer la dosificación más adecuada para cada paciente, según los beneficios que se pretendan lograr, así como determinar cuáles son las recomendaciones más eficaces para alcanzar y mantener permanentemente en el tiempo las metas fijadas.
La intervención del ejercicio incrementa laoxidación grasa mientras mantiene el gasto de energía en reposo, que se relaciona metabólicamente en específico con la amplitud de la mejoría en la sensibilidad a la insulina. El ejercicio de alta intensidad resulta en un mayor incremento en la masa magra corporal, confirmando que mientras la cantidad de ejercicio determina el cambio total del peso corporal y la pérdida de masa grasa, la intensidad delejercicio puede ser el determinante en la ganancia del tejido mago en el cuerpo.
Esto indica que existe un efecto dosis-respuesta secundario a la cantidad e intensidad del ejercicio y masa grasa corporal total. Sin embargo, se debe enfatizar que esta intensidad elevada debe ser aplicada a los casos seleccionados que puedan asimilardicha carga sin predisponer a un evento coronario ydescompensación metabólica delpaciente.
Estos datos soportan fuertemente la necesidad de incrementar la actividad física diaria y el nivel del acondicionamiento físico (incluye capacidad cardiovascular,
flexoelasticidad y fuerza) en la población, con el objetivo de mejorar la salud y disminuir las tasas de mortalidad, a través de la modificación de los factores de riesgo.
El ejercicio físicoprogramado ha demostrado beneficios en la disminución de peso y en el control glucémico de estos pacientes ya que reduce la resistencia a la insulina y los niveles de insulina plasmática en sujetos hiperinsulinémicos debido a un aumento en la sensibilidad a la insulina por el consumo de glucógeno muscular durante el ejercicio, al mejoramiento molecular en el sistema de transporte de glucosa dependiente deinsulina y que por ende, incrementa el consumo de glucosa, de tal forma que mejora la tolerancia a la glucosa, disminuyendo sus niveles sanguíneos y los de hemoglobina glucosilada (HbA1c).
El papel potencial de la actividad física (AF) para la prevención, tratamiento y control de la DM ha sido ampliamente documentado y sustentado en las últimas décadas y está retomando gran importancia, por loque debe tomar un carácter formal, con la finalidad de que l paciente logre los mayores beneficios del mismo.
El desarrollo de un programa de ejercicio debe ser planeado, individualizado y monitorizado adecuadamente, por tanto, es necesario que haya habilidad y conocimiento teórico del personal profesional de la salud para determinar los objetivos del ejercicio, procedimientos y recursosmateriales para cada paciente, adecuándolosa sus necesidades y preferencias, tomando en cuenta la participación activa del paciente en dicho proceso, para evitar las complicaciones potenciales del ejercicio mal prescrito o mal orientado, así como promover el apego al programa para que el paciente con diabetes pueda hacerlo parte inseparable de su estilo de vida.
Se debe de enfatizar que la persona debeiniciar un proceso de activación con elobjetivo de incrementar paulatinamente el grado de gasto de energía provocado por la actividad física y ejercicio extras a las actividades cotidianas, con el fin de lograr cambio permanentes en el organismo que ayuden a controlar las entidades que integran al síndrome metabólico.
La OMS recientemente basa sus recomendaciones en el concepto de estilo de...
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