Obispado en Arequipa

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LOS EPISCOPOLOGIOS DE AREQUIPA: ESTUDIO COMPARATIVO
Álvaro Espinoza de la Borda
1. LOS OBISPOS: SU IMPORTANCIA
Se denomina Episcopologio a la relación de Obispos de una determinada
diócesis. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua, complementa ese
significado al decir “catálogo y serie de los obispos de una iglesia”.
Precisamente, la relación de los obispos de Arequipa, ensus diferentes
versiones, es el tema de este trabajo.
La diócesis de Arequipa fue creada –luego de un infructuoso intento en 1577–,
el 20 de julio de 1609 por el Papa Paulo V, quien designó en 1611 al dominico
fray Cristóbal Rodríguez como su primer obispo; mientras que en 1614 recién
se efectuó la demarcación de la nueva jurisdicción eclesiástica,
desmembrándola del Cuzco a donde antesobedecía.
Dicha creación corresponde al proceso de Consolidación de la fe cristiana en el
Perú, que se operó a partir del siglo XVII como lo afirma el padre Enrique
Fernández S.J.; correspondiendo a los obispos la tarea de organizar la
evangelización.
Desde entonces, con algunos lapsos de interrupción, se han sucedido una serie
de obispos que han regido esta diócesis. Sobre estos prelados se hanhecho
varios estudios que ahora vamos a analizar someramente.
Las primeras historias de Arequipa fueron elaboradas por sacerdotes en las que
se tuvo siempre presente a los pastores del pueblo cristiano arequipeño; es el
caso de los denominados “Historiadores Primitivos”, a decir de M. Ladislao
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Licenciado en Historia, Docente de la Escuela Profesional de Historia UNSA.

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CabreraValdés. Y como señala este autor “escribieron en interés de la Iglesia y
principalmente les ocupó las historias de los Obispos” (1924: 187).
La importancia que para Arequipa tiene el conocimiento de sus diocesanos la
señalaba el desaparecido monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio S.J.,
quien decía: “... muchos de sus pastores destacaron especialmente por su
santidad de vida, así como porsus cualidades intelectuales y de gobierno
orientadas a la búsqueda de una organización más eficaz para el servicio del
pueblo de Dios, expresado en particular en la vivencia de un intenso amor
preferencial por los pobres y necesitados, y al celo por llevar el Evangelio hasta
los más alejados poblados bajo su cuidado” (1990: 71).
De igual parecer son el historiador José Antonio Benito, quienresalta su labor
organizativa y creadora (1998:12) y el maestro Víctor Andrés Belaunde que
destacaba la “influencia paradigmática de la Jerarquía”, como “los factores
vivos de la ética social, los mantenedores del ambiente espiritual, los pilares
sobre los que reposa la comunidad” (1983: 248).
Como lo hemos señalado, son varios los que se han ocupado de sus obispos,
antes puestos al frente deuna gran extensión territorial, hoy reducida al ámbito
de las provincias de Arequipa, Caylloma e Islay. En primer lugar, Francisco de
Palacio autor de la Relación de 1649, Ventura Travada en 1750, Francisco
Xavier Echeverría y Morales en 1804, Juan Domingo de Zamácola y Jáuregui
en 1823, el Deán Juan Gualberto Valdivia en 1847, José Toribio Polo en 1871,
Mariano Ambrosio Cateriano en 1908 yfinalmente Santiago Martínez en 1933.
Hay también otros como Ortega Sotomayor con su “Teatro histórico de la
Iglesia de Arequipa” y de Chaves de la Rosa, la “Razón de los Obispos de
Arequipa”; que no hemos podido localizar.
Algunos son breves relaciones o estudios y otros, extensas historias; unos están
especialmente dedicados a recordar a estas dignidades eclesiásticas, mientras
que otros,–la mayoría– forman parte de obras escritas en torno a Arequipa. A
excepción de los trabajos de Polo, Cateriano y Martínez, además claro del
informe de 1649, las relaciones de obispos mencionadas, forman parte de
estudios mayores conformando las primeras historias de Arequipa que se
escribieron; y que, como veremos, unos siguen a otros, salvo excepciones.
Cada uno historia la vida y el...