Objetividad Como Parcialidad

Objetividad como Parcialidad.
La ciencia como actividad y producto humano predica un conocimiento legítimo y confiable acerca de lo que existe en el mundo y su funcionamiento. En este sentido, el propósito de este ensayo es brindar algunas reflexiones acerca de la noción de objetividad que la ciencia moderna se adjudica. Usando como fuente principal el libro de Steven Shapin, La revolucióncientífica: una interpretación alternativa, se buscará demostrar que la ciencia es el resultado de la interacción entre individuos y de éstos con la sociedad, por tanto para comprenderla mejor es preciso considerar las prácticas sociales concretas que permiten y construyen sus ideas o conceptos. Para apoyar tal argumento se relacionará la preocupación epistemológica planteada por Donna Haraway en suescrito Situated Knowledges: The Science Question in Feminism and the Privilege of Partial Perspectives, en el que se cuestiona la forma como se proclama y constituye aquello que es percibido como verdad objetiva.
De ahí la importancia que se le otorga al contexto desde el que se llevan a cabo las prácticas científicas puesto que este lugar es siempre un lugar particular y esto trastoca la ilusiónde aislamiento y desinterés que propende la objetividad de las ciencias naturales. El reconocimiento de tal lugar influyente lleva a pensar no en conocimientos últimos, únicos, impersonales e imparciales sino en conocimientos situados. Además, para analizar la autoridad y legitimidad que ha logrado revestir el discurso científico moderno es necesario examinar cómo esas representaciones ypercepciones de la realidad se articulan e instauran, puesto que este proceso ha sido orientado por luchas de poder y pretensiones por el control de la naturaleza y es por esto que asumir certezas construidas a lo largo de la historia implica también desconocer otras posibilidades de lo ‘real’.
A partir del libro de Shapin surge el interrogante sobre quiénes producen conocimiento, si bien la cienciamoderna ha pretendido despersonalizar la naturaleza y aislarse del mundo cotidiano de las pasiones para dar lugar a juicios desinteresados. También esta demarcación puede reflejar pugnas y discursos de distinción, como la performativa concepción de lo masculino y lo femenino que autoras como Sandra Harding o Donna Haraway examinan en la ciencia, práctica que en últimas sirve como forma de apropiacióny control sobre la naturaleza y sobre otros seres humanos y que produce verdades forjadas a partir de intereses y conflictos (Nieto, 1995: 8-13).
Pensar en lo que asumimos como real y considerar destinos o escenarios diferentes supone comprender que el devenir es contingente y que la historia se compone no sólo de individuos y proezas sino de procesos sociales. En el desarrollo de la cienciamoderna, las prácticas científicas adquieren forma por el vínculo con contextos de uso intencional gobernados o influenciados por proyectos políticos, económicos o incluso religiosos, que orientaron la definición de significados acerca de la naturaleza y el entorno, los cuales sirvieron para fundamentar y difundir un orden deseado. (Shapin, 2000). Así como se da una separación del estudio de lonatural de aquello moral o humano, se consolidan ciertos criterios de distinción entre el conocimiento científico dotado de autoridad y las meras creencias, a partir de concepciones de distinción social. Esto último no se da como necesidad de caracterizar a los individuos y sus comportamientos, ni como una simple forma de organizar los significados sociales; la ciencia, al igual que otros espacios deactividad humana, se han asociado y delimitado a partir de prácticas discursivas sobre divisiones sociales de trabajo justificadas por género, raza o clase.
La estructura de la ciencia reproduce y a la vez produce las asociaciones y jerarquizaciones ya naturalizadas del sistema cultural para así ubicarse y afirmarse como legítima y portadora de la verdad objetiva en tanto es hecha por...