Obligación

CAPITULO I
LO MILITAR
“Libertad era un asunto
mal manejado por tres
libertad era Almirante,
General o Brigadier”
Piero, “Para el pueblo lo que es del pueblo”, 1973

Como menciona la presentación, para la comprensión del período específico en cuestión cualquiera de las fechas mencionadas podría tener validez. Pero antes de tomar una determinación por uno de los cortes temporales paraadentrarnos en el tema, deberíamos comenzar analizando algunas de las fuerzas sociales más determinantes y dinámicas del “corto-corto siglo veinte”1. Uno de ellos es, sin dudas, el denominado “Partido Militar”, que participó, de manera recurrente, en la vida política argentina desde 1930.
Pero ¿de dónde proviene la influencia de los militares en la vida civil? Y, lo que no es sino la otra cara dela misma pregunta: dados los comunicados que anunciaban los motivos de sus intervenciones recurrentes ¿por qué se consideran a sí mismos los “salvadores de la Patria”, y desde cuándo?
Quizás uno de los elementos que nos ayuden a comprender este crecimiento exponencial de los militares en su intención de dirimir las cuestiones entre civiles pueda rastrearse en el período 1930-1945. Durante esosaños, aumenta sustancialmente la cantidad de oficiales profesionalizados: crecen las fuerzas bajo control militar, se crean distintos cursos para la oficialidad en la Escuela Superior de Guerra, se imprime un vasto caudal de publicaciones de carácter teórico de la “Biblioteca del Oficial”2, y, sin duda, le otorga un prestigio hasta el momento desconocido, como institución, el hecho de dirigirnumerosas fábricas. La creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares3, en 1941, viene a corroborar ese sentimiento compartido de grandeza y prosperidad nacional, incluso por el propio Juan Domingo Perón siendo Ministro de Guerra y luego ya como Presidente. Actividad
No se puede descuidar el hecho de que la pérdida progresiva de consenso por parte de los distintos partidos fue lacontraparte del progresivo apoyo en la fuerza militar para sostener el orden social. Ya sea como garante de elecciones libres (vaya paradoja) o para reordenar la sociedad ante crecientes olas de protesta, lo cierto es que una y otra vez el Ejército fue llamado, tanto por los partidos en el gobierno como por los que se encontraban circunstancialmente en la oposición para que oficiaran de “árbitros” y“normalizadores” de una situación que los excedía por mucho. Ante esas circunstancias, era el mismo partido quien cedía una cuota de su poder o de su aceptación popular en pos de un objetivo más inmediato que era, o bien la conservación de su lugar dentro del escenario político hasta el fin de su mandato constitucional, o bien el de hacerse con el poder si se encontraba en una posición de segundafuerza. Pero también, esos mismos civiles que veían con buenos ojos la conducción militar, al menos durante un tiempo breve, reclamaban a renglón seguido el retorno del período democrático para afrontarlo en mejores condiciones. Dicho de otra forma, mientras los militares apostaban a una cura prolongada para los problemas vigentes, los civiles pretendían una cirugía rápida que los devolviera, en uncorto plazo, a la administración pública. Esa es una de las explicaciones posibles a los apoyos concedidos a los sucesivos gobiernos militares por todos los partidos y porqué, al verse luego arrastrados por la opinión pública que rechazaba las intervenciones militares, se presentaron como férreos paladines de la democracia.4
La facilidad con que se desarrollaron sus intervenciones puedeentenderse, en gran parte, y más allá de su propia capacidad militar para utilizar la fuerza en el derrocamiento de los sucesivos gobiernos (del signo que fueran), en el hecho de no tener un freno unánime por parte de las fuerzas civiles. Incluso, en ocasiones, algunas de estas intervenciones fueron saludadas efusivamente por algunos partidos o sectores de estos, prestándose incluso a colaborar en la...