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CAPÍTULO II
LA CONSIDERACIÓN FILOSÓFICO-POLÍTICA DEL ACTO JURÍDICO
l. El postulado de la autonomía de la voluntad privada
5. CONCEPTO. Las necesidades humanas, sobre todo las de índoleeconómica, varían indefinidamente, según las épocas y los lugares; según el mayor o menor grado del desarrollo social y sus permanentes fluctuaciones; según las personas, sus condiciones peculiares y las circunstancias de momento en que se encuentran colocadas, etc. No es, pues, factible el establecimiento de un sistema jurídico positivo capaz de gobernar concreta y pormenorizadamente todas y cada una delas actividades y relaciones sociales encaminadas a la satisfacción de tales necesidades. La más sabia y omnicomprensiva legislación que fuera dado imaginar dejaría de tener esta última cualidad momentos después de su expedición. De ahí que todo ordenamiento positivo, por primitivo y rudimentario 'que sea el medio social a que se dirija, tiene siempre que reconocer, en alguna medida, eficaciajurídica a la iniciativa privada, permitiendo que los particulares se encarguen de arreglar entre sí parte, más o menos considerable, de sus relaciones sociales 1.
Pues bien, el postulado de la autonomía de la voluntad privada, de cuya existencia como institución natural y común de todos los pueblos nos rinde testimonio la historia universal, consiste precisamente en ese reconocimiento más o menosamplio de la eficacia jurídica de ciertos actos o manifestaciones de voluntad de los particulares. Con otras palabras: consiste en la delegación que el legislador hace en los particulares de la atribución o poder que tiene de regular las relaciones sociales, delegación que estos ejercen mediante el otorgamiento de actos o negocios jurídicos.
6. EL ÁMBITO DEL POSTULADO. Por otra parte, la mayor omenor amplitud en la consagración positiva del postulado de la autonomía de la voluntad privada o, lo que es lo mismo, en el señalamiento del campo de acción del acto o negocio jurídico que es su expresión normal, depende principalmente del grado de cultura y desarrollo de cada pueblo y de las concepciones filosófico-políticas en que se inspire cada legislador.
1 EMILIO BETTI, Teoríageneral del negocio jurídico, 2'" ed., Madrid, Editorial Revista de Derecho Privado, 1968, págs. 45 y ss.
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Una mentalidad primitiva e inculta, en trance de elaboración de .un sistema jurídico, no puede entender que los particulares, por su sola voluntad, sean capaces de producir vínculos obligatorios; ni puede comprender tampoco la importancia que la iniciativa privada reviste en el desarrollo ybienestar de la vida social. Por esto, las legislaciones arcaicas tienden a restringir el acto jurídico hasta los límites, o casi, de su total desconocimiento, y atribuyen la eficacia de las actuaciones y transacciones particulares a factores extraños, como la observancia rigurosa de ciertas ritualidades generalmente prestadas de la religión. El refinamiento de la cultura jurídica, logrado através de largos períodos, casi siempre seculares, lentamente va reivindicando los fueros de la autonomía de la voluntad privada e imponiéndola como institución natural que es en la vida social.
De igual manera, las concepciones filosófico-políticas en que se inspiren los legisladores también influyen decisivamente en el auge o menoscabo de la autonomía de la voluntad privada. Así, es fácilcomprender que las ideologías socialistas sean adversas a dicha autonomía y que, por el contrario, el pensamiento liberal e individualista la favorezca.
II. La autonomía de la voluntad privada en el derecho moderno
7. PRECISIÓN. Para apreciar el ámbito reconocido a la autonomía de la voluntad privada en el derecho moderno, basta registrar la evolución del pensamiento filosófico - jurídico al...
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