Obra Corazom De Edmundo Amicis
Sábado, 4
Esta mañana vino a repartir los premios el Inspector, un señor de barba blanca y vestido de negro. Entró con el Director poco antes de terminar las clases ytomó asiento al lado del maestro. Hizo algunas preguntas y luego entregó la primera medalla a Derossi. Antes de dar la segunda, estuvo oyendo al Director y al maestro, que le hablaban en voz baja. Todosnos preguntábamos para quién sería la segunda.
El Inspector dijo en voz alta:
-Esta vez se ha hecho merecedor de la segunda medalla el alumno Pedro Precossi por lo que ha trabajado en su casa,por las lecciones, la caligrafía, el comportamiento y todo en general.
Todos miramos a Precossi, pudiéndose apreciar que aprobábamos tal distinción en la expresión de nuestros rostros. Precossi selevantó, pero estaba tan confuso que no sabía a dónde ir. El Inspector lo llamó y él salió del banco, yendo a situarse al lado del maestro.
El Inspector se fijó en la cara color de cera, en eldesmedrado cuerpo enfundado en ropa no hecha a su medida de nuestro ejemplar compañero, así como en sus bondadosos y tristones ojos que rehuían enfrentarse con los suyos, dejando adivinar una historia degrandes sufrimientos. Al prenderle después la medalla en el pecho, le dijo con voz llena de cariño:
-Precossi, te concedo la medalla. Nadie más digno que tú para llevarla, no sólo por tu clarainteligencia y la buena voluntad de que has dado pruebas, sino también por tu corazón, por tu valor, por ser un hijo magnífico. ¿No es verdad -añadió, dirigiéndose a nosotros- que también la merece por eso?-Sí, sí -respondimos a coro.
Precossi movió su garganta como para tragar algo, y giró la mirada por los bancos para expresarnos su gratitud.
-Puedes retirarte, querido muchacho -le dijo elInspector-, y que Dios te proteja.
Era la hora de salir, y los de mi clase fuimos los primeros. Apenas salimos, ¡quién lo dijera!, vimos en el gran zaguán, precisamente junto a la puerta, al...
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