obra de teatro pic nic
PERSONAJES
ZAPO
SEÑOR TEPÁN
SEÑORA TEPÁN
ZEPO
PRIMER CAMILLERO
CAMILLERO SEGUNDO
(Campo de batalla. Cruza el escenario, de derecha a izquierda, una alambrada. Junto a esta alambrada hay unos sacos de tierra. La batalla hace furor. Se oyen tiros, bombazos, ráfagas de ametralladora. ZAPO, solo en escena, está acurrucado entre los sacos. Tiene muchomiedo. Cesa el combate. Silencio. ZAPO saca de una cesta de tela una madeja de lana y unas agujas. Se pone a hacer un chaleco que ya tiene bastante avanzado. Suena el timbre del teléfono de campaña que ZAPO tiene a su lado)
ZAPO: Diga... Diga... A sus órdenes mi capitán... En efecto, soy el centinela de la base 47... Sin novedad, mi capitán... Perdone, mi capitán, ¿cuándo comienza otra vez labatalla?... Y las bombas, ¿cuándo las tiro?... ¿Pero, al final, hacia dónde las tiro, hacia atrás o hacia adelante?... No se ponga usted así conmigo. No lo digo para molestarle... Capitán, me encuentro muy solo. ¿No podría enviarme un compañero?.. Aunque sea su hija... (El capitán le riñe) A sus órdenes, mi capitán, como ordene mi capitán, entendido mi capitán… (Cuelga el teléfono) ¡Coma mierda micapitán! (ZAPO Refunfuña. Silencio. Entra en escena el matrimonio TEPÁN con cestas, como si vinieran a pasar un día en el campo. Se dirigen a su hijo, ZAPO, que, de espaldas y escondido entre los sacos, no ve lo que pasa)
SR. TEPÁN: (Ceremoniosamente) Hijo, levántate y besa en la frente a tu madre. (ZAPO, aliviado y sorprendido, se levanta y besa en la frente a su madre con mucho respeto. Quierehablar. Su padre le interrumpe) Y ahora, bésame a mí. (Lo besa en la frente)
ZAPO: Pero papitos, ¿cómo se atrevieron a venir aquí con lo peligroso que es? Váyanse inmediatamente.
SR. TEPÁN: ¿Acaso quieres dar a tu padre una lección de guerras y peligros? Esto para mí es un pasatiempo. Cuántas veces, sin ir más lejos, he bajado de un caballo al galope.
SRA. TEPÁN: Hemos pensado que te aburrirías,por eso te hemos venido a ver. Tanta guerra te tiene que aburrir.
ZAPO: Eso depende.
SR. TEPÁN: Sé muy bien lo que pasa. Al principio la cosa de la novedad gusta. Eso de matar y de tirar bombas y de llevar casco, que hace ver tan elegante, resulta agradable, pero terminará por fastidiarte. En mi tiempo hubiera pasado otra cosa. Las guerras eran mucho más variadas, tenían color. Y, sobre todo,había caballos, muchos caballos. Daba gusto, que el capitán decía: «al ataque» y ya estábamos allí todos con el caballo y el traje de color rojo. Eso era bonito. Y luego, unas galopadas con la espada en la mano y ya estábamos frente al enemigo, que también estaba a la altura de las circunstancias, con sus caballos -los caballos nunca faltaban, muchos caballos y muy gorditos- y sus botas de charol y sustrajes verdes…
SRA. TEPÁN: No, no eran verdes los trajes del enemigo, eran azules. Lo recuerdo muy bien, eran azules.
SR. TEPÁN: Te digo que eran verdes.
SRA. TEPÁN: No, te repito que eran azules. Cuántas veces, de niñas, nos asomábamos al balcón para ver batallas y yo le decía al vecinito: «Te apuesto una chocolatina a que ganan los azules.» Y los azules eran nuestros enemigos.
SR. TEPÁN:¡Eh! usted la que no gana la empata…
SRA. TEPÁN: Yo siempre he sido muy aficionada a las batallas. Cuando niña, siempre decía que sería, de mayor, coronel de caballería. Mi mamá se opuso, ya conoces sus ideas anticuadas.
SR. TEPÁN: Tu madre siempre tan burra.
SRA. TEPÁN: Respete a mi mamá… (Pelea con el SR. TEPÁN)
ZAPO: ¡Bueno, ya! Perdónenme. Pero se tienen que ir. Está prohibido venir a laguerra si no se es soldado.
SR. TEPÁN: A mí me importa un pito. Nosotros no venimos al frente para hacer la guerra. Sólo queremos pasar un día de campo contigo, aprovechando que es domingo.
SRA. TEPÁN: Precisamente he preparado una comida muy buena. He hecho las arepitas que tanto te gustan, unos trocitos de jamón, masatico, ensalada y pasteles de yuca...
ZAPO: Bueno, lo que queráis, pero si...
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