Obra de teatro
Medea
Autor: Eurípides
PERSONAJES POR ORDEN DE APARICIÓN
NODRIZA de los hijos de Medea.
PEDAGOGO de los mismos.
MEDEA, esposa de Jasón.
CREONTE, rey de Corinto.
JASÓN, esposo de Medea.
EGEO, rey de Atenas.
CORO, habitantes de CorintoLa escena representa la fachada de la casa de
Medea en Corinto; de ella sale la anciana nodriza de los hijos de Medea que recita el prólogo.
NODRIZA
¡Ojalá la nave Argo jamás volado hubiera allende las Simplégades hacia la tierra colca! Caer los pinos nunca debieron en los valles del Pelión para armar con elremo los brazos de los nobles varones que para Pelias fueron tras el áureo vellón. Y así mi ama, Medea, hacia las tierras yolcias no habría navegado con su corazón loco de amor hacia Jasón ni, tras de persuadir a las hijas de Pelias porque al padre mataran, se habría establecido con su esposo y sus hijos en Corinto, bien vista por sus conciudadanos que asilo le otorgaran y coincidiendo en todocon Jasón; lo cual es la mayor garantía que en unas nupcias cabe, que marido y mujer no discrepen en nada.
Pero ahora desunión es todo y sufrimiento de aquellos a los que amo, pues Jasón a sus hijos y a mi dueña abandona por una boda real con la hija de Creonte, tirano de esta tierra; y la infeliz Medea, de tal modo ultrajada, gritando el juramento recuerda y el contacto de manos, prendamáxima, y a los dioses invoca para que el trato vean que de Jasón recibe. Y yace sin comer, al dolor entregando
Su cuerpo y consumiéndose con lágrimas constantes
Desde que conoció la afrenta de su esposo, sin levantar los ojos ni separar del suelo su mirada ni oír la voz de sus amigos más de lo que lo hicieran rocas u olas marinas. Tan sólo alguna vez vuelve su tierno cuello para gemir a solaspor su padre querido, su país y su casa, que traicionó al marchar con el hombre que ahora tal ofensa le infiere. Y en su infortunio aprende la mísera qué bueno es el no partir nunca de la paterna tierra. Y aborrece a sus hijos y en verlos no se goza; temo incluso que algún raro proyecto trame. Pues duro es su carácter y soportar no puede que nadie la maltrate. La conozco y la temo: esterrible y quienquiera que en su enemistad incurra
No resultará fácil que la victoria obtenga.
Entran por un lateral los dos niños hijos de Medea seguidos de su pedagogo.
Más aquí están sus niños que se acercan dejando de correr y que nada saben de los reveses de su madre: no suelen sufrir las almas jóvenes.
PEDAGOGO
Anciana posesión de la casa de mi ama,
¿Por qué tan sola estásal lado de la puerta a ti misma entonándote la queja de tu mal?
¿Cómo a quedar sin ti Medea se resigna?
NODRIZA
¡Oh, viejo que a los niños de Jasón acompañas! Para los buenos siervos son desdichado lance las cuitas de los dueños, que su ánimo entristecen.
Y así tan grande es ya mi dolor, que me vino deseo de salir donde pueda las penas de mi señora al cielo y a la tierra contar.PEDAGOGO
¿Pero no ha terminado la pobre con sus lloros?
NODRIZA
Te envidio; el mal comienza, ni en la mitad está aún.
PEDAGOGO
¡Oh, necia, si llamar tal cosa a un ama es lícito!
Pues nada todavía sabe del nuevo golpe.
NODRIZA
¿Qué es ello, anciano? No te niegues a explicármelo
PEDAGOGO
Nada, y aun me arrepiento de eso que me has oído.
NODRIZA¡Cuéntalo, por favor, a quien contigo sirve! Callaré, si es preciso, sobre lo que me digas.
PEDAGOGO
Acérqueme al chaquete, donde suelen sentarse los viejos, junto al agua sagrada de Pirene, y allí, disimulando mi atención, oí a un hombre comentar que a expulsar con su madre a estos niños de la tierra corintia va Creonte, el tirano. Ignoro si verídica será acaso esta historia, pero yo bien...
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