Obra Decir Sí, De Griselda Gambaro
HOMBRE. -Buenas tardes.
PELUQUERO (levanta los ojos dela revista, lo mira. Después de un rato.) —...tardes... (no se mueve.)
HOMBRE (intenta una sonrisa, que no obtiene la menor respuesta. Mira su reloj furtivamente. Espera. El Peluquero arroja la revista sobre la mesa, se levanta como con furia contenida. Pero en lugar de ocuparse de su cliente, se acerca a la ventana y dándole la espalda, mira hacia afuera. Hombre, conciliador.) — Senubló.(Espera. Una pausa) Hace calor, (Ninguna respuesta. Se afloja el nudo de la corbata, levemente ner¬vioso. El Peluquero se vuelve, lo mira, adusto. El Hombre pierde seguridad.) No tanto... (Sin acercarse, estira el cuello hasta la ventana) Está despejado. Mm... mejor. Me equivoqué. (El Peluquero lo mira, inescrutable, inmóvil.)Quería..., (Una pausa. Se lleva la mano a la cabeza con un gesto desvaído.)Sí... sí o es tarde... (El Peluquero lo mira sin contestar. Luego le da la espalda y mira otra vez por la ventana. Hombre, ansioso.) ¿Se nubló?
PELUQUERO (un segundo inmóvil. Luego se vuelve. Bruscamente). — ¿Barba?
HOMBRE (rápido). —No, barba, no. (Mirada inescrutable.) Bueno... no sé. Yo... yo me afeito. Solo.(Silen¬cio del Peluquero). Sé que no es cómodo, pero... Bueno, tal vez me haga la barba.Sí, sí, también barba. (Se acer¬ca al sillón. Pone pie en el posapié. Mira al peluquero esperando el ofrecimiento. Leve gesto oscuro del Pelu¬quero. Hombre no se atreverá sentarse. Saca el pie. Toca el sillón tímidamente.) Es fuerte este sillón, sólido. De... de madera. Antiguo. (El Peluquero no contesta. Inclina la cabeza y mira fijamente al asiento del sillón. Hombre sigue la mirada delPeluquero. Ve pelos cortados sobre el asiento. Impulsivamente los saca, los sostiene en la mano. Mira al suelo...) ¿Puedo?... (Espera. Lentamente, el Peluquero niega con la cabeza. Hombre, conciliador.) Claro, es una porquería. (Se da cuenta de que el suelo está lleno de cabellos cortados. Sonríe confuso. Mira el pelo en su mano, el suelo, opta por guardar los pelos en su bolsillo. El Peluquero,instantánea y bruscamente, sonríe. Hombre aliviado,) Bueno… pelo y... barba, sí, barba. (El Peluquero, que cortó su sonrisa bruscamente, escruta el sillón. Hombre lo imita. Impulsivamente, toma uno de los trapos sucios y limpia el asiento. El Peluquero se inclina y observa el respaldo, adusto. Hombre lo mira, sigue luego la dirección de la mirada. Con otro rapto, impulsivo, limpia el respaldo. Contento.) Yaestá. A mí no me molesta... (El Peluque¬ro lo mira, inescrutable. Se desconcierta.) dar una mano... Para eso estamos, ¿no? Hoy me toca a mí, mañana a vos. ¡No lo estoy tuteando! Es un dicho... que anda por ahí. (Espera. Silencio e inmovilidad del Peluquero.) Us¬ted... debe estar cansado. ¿Muchos clientes?
PELUQUERO (parco). -Bastantes.
HOMBRE (tímido.) —Mm... ¿me siento? (El Peluquero lo mira,inescrutable) Bueno, no es necesario. Qui¬zás usted esté cansado. Yo, cuando estoy cansado... me pongo de mal humor... Pero como la peluquería estaba abierta, yo pensé... Estaba abierta, ¿no?
PELUQUERO. -Abierta.
HOMBRE (animado). — ¿Me siento? (El Peluquero niega con la cabeza, lentamente, Hombre.) En resumi¬das cuentas, no es… necesario. Quizás usted corte de parado. A mí, el asado me...
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