Obra literaria


Sant Jordi Lengua Castellana

- Últimamente actúa de forma extraña. Cualquier tontería que pasaba por su cabeza le producía distracción. Se pasa casi todas las noches despierto y deambulando por la casa como si tuviera un vacío. Ya disfruta de las vivencias que antes le causaban placer. Ya no se involucra en las tareas familiares, nunca quiere ir a pasear el perro, Y ademas, ya no participade las tareas del hogar. Para colmo, termina de cenar y se refujia en su nido impenetrable ubicado en el útimo piso ( su despacho). Estoy preocupada. Sería muy fácil preguntarle qué pasa. Pero me da pereza, la verdad, ya tengo suficientes problemas en mi trabajo. De hecho, estoy harta de mi jefa; una jovencita chillona y odiosamente guapa, a quién le saco más de veinte años. Sí, una niñata no medeja dormir. Pero bueno, volviendo al tema tendría que decirle algo a Lucas, que ya hace más de cuatro meses que no hacemos el amor y lo estoy echando de menos. Tanto de menos, que a veces tengo la tentación de llamar al chico que me recomendó mi hermana el día de su boda, pero primero voy a ducharme que estoy sudada.

Al salir de la ducha y mientras hacía la cena ni se acordaba de qué tenía quepreguntarle, Laura és así: un despiste de mujer excesivamente maquillada y generalmente despeinada. Madre de dos hijos y mujer de un solo hombre. Despreocupada y un poco distraída. De altura considerable y de ojos azules. Cabe destacar que no es ni célebre ni lerda, sino que se mantendría en un nivel estándar.

- ¡Cómo odio cuando los niños se ponen a chatear con el móvil encima de la mesa!Tendría que dar ejemplo y dejar de hacerlo yo también, pero no puedo acabar la conversación con Marta, esta interesante. ¿Donde está Lucas? Le he dicho que la cena estaba preparada y ni se presenta. ¡Qué impertinente que llega a ser, por favor! - ¿Lucas, vienes o qué? ¡Oh que horror de marido! Voy a buscarle.

Mientras subía las escaleras…
– Pero, ¿qué estará haciendo? Espero que esté trabajandoajetreadamente el muy “deshonrado”. Mira, aprovecharé para preguntar que le pasa. Sin miramientos, tal cual, entraré sin pedir permiso. Solo faltaría, es mi casa. Bueno la ha pagado prácticamente él. Igual que mi coche, el reloj de Chanel con el que voy fardando por la oficina, el armario japonés y... bueno da igual, que la casa es mía y punto.

Cada vez subía las escaleras con más rapidez, larabia personificada había llegado al último piso cuando al abrir la puerta del despacho no vio a nadie.

– Pero donde se abrá metido? ¡Lucas! ¿Lucas? ¡Qué desorden! Todo está en el suelo.

Laura, entró sin pensarlo. Encuriosida, se puso a caminar por el despacho, observando y esquivando el desorden. Era un caos de documentos y libros a mansalva, por el suelo y encima de la mesa. La habitación,grande y bien decorada, se había quedado pequeña. Laura se fijó en un cuadro colgado en la pared.

– ¿Que ha hecho? ¡Está destrozado! Le habrá pegado un puñetazo… ¿por qué lo ha hecho? Con lo bonito que es... Este cuadro se lo regaló un cliente, me parece.

El cuadro representaba un bosque donde se veían grandes árboles vestidos de rojo, rodeando un camino oscuro, sin fin dibujado alcentro. A la derecha de la imagen se delataba una figura sola entre los arboles, parecida a un hombre con la cabeza irreconocible, pero daba la sensación que miraba hacia atrás, como si escapara de algo, algo que no encontraba. El cuadro daba la impresión de suspense. Laura se quedó estupefacta intentando descifrar el mensaje y el porqué del puñetazo. Se giró para seguir inspeccionando. No sabía québuscaba, pero lo hacíaigualmente. Se acercó al fondo de la habitación, cerró la ventana y se situó al lado de la mesa. Desde una prespectiva vertical, investigó los papeles mezclados encima del mueble, pero la gran cantidad de números la confundian. Sin embargo, encontró una característa en común entre aquellos documentos: habia, encerclados en rojo, los mismos números, con alguna excepcion....