obras de freud
TEORÍAS SEXUALES INFANTILES (*)
1908
LOS materiales del presente estudio proceden de diversas fuentes. En primer lugar de la observación inmediata de las manifestaciones y actividades infantiles; en segundo,de los recuerdos infantiles conscientes, comunicados por individuos neuróticos adultos, durante el tratamiento psicoanalítico, y, por último, de la traducción a lo consciente de losrecuerdos inconscientes de tales individuos neuróticos y de las deducciones y conclusiones resultantes de sus análisis.
El hecho de que la primera de tales fuentes no haya proporcionado ya por sí sola,
todo el material interesante depende de la conducta generalmente observada por los adultos con respecto a la vida sexual infantil. Pretendiendo que el niño no desarrolla actividad sexual alguna, seomite realizar una labor de observación en este sentido, y por otro lado, se coartan apresuradamente todas aquellas manifestaciones infantiles que pudieran ser signos de tal actividad y, como tales, merecedoras de atención y estudio. Así, pues, las ocasiones de utilizar esta fuente, la más pura y generosa de todas, son limitadísimas. Con respecto al material precedente de las manifestacionesespontáneas de individuos adultos sobre sus recuerdos infantiles conscientes, podrá objetarse, a lo más, la posibilidad de una alteración de tales recuerdos al ser evocados en el análisis;
pero, aparte de esto, habrá de tenerse en cuenta, al valorarlo, que los sujetos
correspondientes han enfermado, ulteriormente, de neurosis. Por último, el material extraído de la tercera de las fuentes citadas seráobjeto de todos aquellos ataques que se acostumbra dirigir contra las garantías de la investigación psicoanalítica y la seguridad de las conclusiones de ellas deducidas. Por nuestra parte, sólo aduciremos aquí que el conocimiento y la práctica de la técnica psicoanalítica procuran en plazo brevísimo una amplia confianza con sus resultados. Con referencia a los que integran este trabajo, puedogarantizar haber procedido en su deducción con máximo cuidado. Otra cuestión harto difícil de decidir es la de hasta qué punto debe presuponerse en todo sujeto infantil, sin excepción alguna, lo que aquí nos proponemos exponer sobre los niños en general. El influjo de la educación y la distinta intensidad del instinto sexual
han de dar, seguramente, origen a grandes oscilaciones individuales en laconducta sexual infantil, determinando, especialmente, la emergencia más o menos temprana del interés sexual. Por esta causa no he articulado mi exposición conforme a épocas infantiles sucesivas, prefiriendo presentar reunido todo aquello que la vida infantil nos ofrece en épocas más o menos tempranas, según el sujeto. Desde luego, tengo la convicción de que ningún niño -o por lo menos, ningún niñode inteligencia completa o superior- llega a la pubertad sin que los problemas sexuales hayan ocupado ya su pensamiento en los años anteriores a la misma.
No me parece grandemente atendible la alegación de que los neuróticos
constituyen una clase especial de individuos, caracterizados por una disposición
degenerativa, de cuya vida infantil no es lícito deducir conclusiones sobre la infancia engeneral. Los neuróticos son hombres como los demás, sin que sea posible diferenciarlos con precisión de los normales, ni distinguirlos en su infancia de los que luego se conservan sanos. Uno de los más valiosos resultados de nuestras investigaciones psicoanalíticas ha sido el de comprobar que las neurosis no poseen un contenido psíquico peculiar y exclusivo suyo, pudiéndose afirmar así, segúnexpresión de C. G. Jung, que los neuróticos enferman a consecuencia de aquellos mismos complejos con los cuales luchan los sanos. La diferencia está en que los sanos saben dominar tales complejos sin sufrir graves daños, prácticamente comprobables, mientras que el nervioso no consigue dominarlos sino al precio de costosos productos sustitutivos, cuya emergencia equivale prácticamente al fracaso de...
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