Obras de s. freud: sobre el mecanismo psíquico de la desmemoria (1898)
James Strachey.
Sin duda, todos han vivenciado en sí mismos u observado en otros el fenómeno de la desmemoria, que yo quiero aquí describir y luego esclarecer. Ataca de preferencia el uso de nombres propios -nomina propria- y se exterioriza de la siguiente manera: en el contextode una plática uno se ve precisado a confesar a su interlocutor que no puede hallar cierto nombre del que quería valerse, y le pide su ayuda -infructuosa las más de las veces: «¿Cómo se llama, pues, ... ? Es un nombre tan conocido ... Lo tengo en la punta de la lengua; en un instante se me ocurrirá». Y bien, una excitación de inequívoco enojo, semejante a la de los afásicos motores, acompaña losulteriores empeños por hallar el nombre del cual uno tiene la sensación de haber dispuesto un momento antes. En los casos apropiados, hay dos fenómenos colaterales dignos de nota. El primero, que el enérgico empeño voluntario de aquella función que llamamos atención se muestra impotente para recuperar el nombre perdido mientras ese empeño prosigue. El segundo, que a cambio del nombre buscado acudeenseguida otro que es discernido como incorrecto y desestimado, no obstante lo cual retorna de continuo. O bien uno halla en su memoria, en lugar de un nombre sustitutivo, unas letras o una sílaba que reconoce como integrantes del nombre buscado. Uno se dice, por ejemplo: «Empieza con B». Cuando por un camino cualquiera se logra al fin averiguar el nombre, en la inmensa mayoría de los casos secomprueba que no empezaba con B ni contenía en ninguna parte esa letra. (1)
El mejor procedimiento para apoderarse del nombre buscado consiste, como es sabido, en «no pensar en él», vale decir, distraer de la tarea la parte de la atención sobre la cual se dispone a voluntad. Pasado un rato, el nombre buscado se le «descerraja» a uno; imposible abstenerse de proferirlo en voz alta, para gran asombrodel interlocutor, quien ya ha olvidado el episodio y participó muy poco en los empeños del hablante. «No tiene importancia el nombre. Siga usted adelante», suele manifestar aquel. Durante todo el tiempo previo al desenlace, y aun luego de la distracción deliberada, uno se siente preocupado en una medida que el interés intrínseco del asunto de hecho no esclarece. (2)
En algunos casos de olvidode nombres que yo mismo he vivenciado, pude explicarme por medio de análisis psíquico el proceso en ellos sobrevenido. Quiero informar en detalle sobre el más simple y trasparente de esos casos.
Cierta vez, durante las vacaciones de verano, emprendí un viaje en coche desde la bella Ragusa (3) hacia una ciudad cercana, de Herzegovina; la plática con mi compañero tocó, como es fácil de...
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