Obras
El pequeño dio media vuelva y comenzó a caminar hacia la salida de la tienda. Mientras lo hacía, vio nuevamente al niñito que tanto se había asustado cuando el arma deplástico se había disparado, pero está vez, el niño le sonrío y esto lo hizo muy feliz.
Miró hacia arriba y vio al gato durmiendo plácidamente en la estantería más alta. No intentó rescatarlo,simplemente porque se dio cuenta que no necesitaba ser rescatado y eso lo tranquilizó.
Al traspasar la puerta de salida, se encontró con la misma niña de antes que volvía por un moño.
-¡Vaya! Te hascambiado el color de cabello. Este te queda realmente bien, no como el verde con el que parecías un loro.
Teo sonrió agradecido.
-Me alegro, veo que tu nariz se ha deshinchado. Te ves muy saludable-Dijola niña y se fue.
Teo salió de la tienda y en la esquina se topó con el anciano y su hija.
-Adiós abuelo-Saludó Teo.
El anciano respondió el saludo y dijo a su hija:
-¿Has visto que pequeño tanbonito y educado? Me recuerda al doctor que vimos en la tienda ¿A ti no?
Teo caminó hasta su casa pensando en cada uno de los disfraces que se había probado, también en la niña, el abuelo, el pequeño,el gato y la paloma.
Abrió la puerta de su cuarto y se miró al espejo por un largo rato. Y por primera vez, se vio a sí mismo. Y por primera vez, sonrió ante la imagen que el espejo le devolvía.
Ypor primera vez en su vida, fue inmensamente feliz.
Capítulo IX – El verdadero Teo
El pequeño dio media vuelva y comenzó a caminar hacia la salida de la tienda. Mientras lo hacía, vio nuevamente alniñito que tanto se había asustado cuando el arma de plástico se había disparado, pero está vez, el niño le sonrío y esto lo hizo muy feliz.
Miró hacia arriba y vio al gato durmiendo plácidamente enla estantería más alta. No intentó rescatarlo, simplemente porque se dio cuenta que no necesitaba ser rescatado y eso lo tranquilizó.
Al traspasar la puerta de salida, se encontró con la misma...
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